Un grupo de restauradores trabaja para la puesta a punto del Castillito

La rehabilitación del edificio, que será base de la Policía Local en Los Dolores está en su primera fase, la más delicada, de restauración de los ricos elementos arquitectónicos que albergaba esta edificación premodernista 

El Castillito de Los Dolores, que albergará la base de la Policía Local en el barrio, está siendo sometido a una ardua labor de rehabilitación por parte de un grupo de restauradores cuyo objetivo es recuperar los importantes elementos arquitectónicos que en su día formaron parte de esta edificiación.

 

Los trabajos previos comenzaron en noviembre y ahora son los restauradores los que tratan de poner en valor el interior del edificio, una tarea que se llevará a cabo en tres fases.

 

La primera, que durará un mes y medio, está consistiendo en arrancar las molduras de los techos que, en una segunda fase, se reproducirán en un taller mediante moldes. La última fase de restauración se hará cargo de las pinturas, lo más deteriorado y difícil de recuperar por los destrozos y graffitis que se han hecho sobre ellas. Un equipo de tres personas se encarga de estas tareas.

 

Las obras de rehabilitación se van a centrar en toda la carpintería interior y exterior, de acuerdo con los modelos existentes, puertas, ventanas y zócalos interiores; los falsos techos, reponiendo elementos perdidos en molduras y dibujos; la colocación de la piedra artificial decorativa de la fachada y la reposición de la barandilla y demás elementos decorativos de zinc, plomo o fundición que habían desaparecido.

 

Una vez completada la obra, seguramente para después de verano, el edificio retomará su andadura, pero esta vez como base de la Policía Local en Los Dolores, con los 25 agentes que en la actualidad dan cobertura, mediante una patrulla móvil, a otras poblaciones como La Aljorra, El Albujón y Miranda. Esta será la cuarta base estable de Policía Local que el Ayuntamiento abre en barrios y diputaciones, después de las de Cabo de Palos, El Algar y Pozo Estrecho.

 

UN EDIFICIO CON HISTORIA

 

El Castillito de Los Dolores fue mandado construir hace ya mas de cien años, por un comerciante de gran prestigio, Pedro Conesa, Marqués de Fuente Sol, como regalo para su nieta. La villa fue una casa de muñecas para juego de su nieta, pasando posteriormente a ser lugar de residencia de aquella cuando creció.

 

Se trata de un edificio de gran exotismo, en donde los distintos elementos que forman el conjunto, crean un ambiente de fantasía premodernista que, además, dispone de un túnel subterráneo que lo comunicaba con la vivienda principal de estilo mucho mas sencillo y en la actualidad totalmente destruida, situada a la derecha de la finca.

 

Y rodeando la villa el jardín, de grandes dimensiones y abundante vegetación, tenía bancos de azulejería troceada muy colorista, seguramente añadidos con posterioridad a la edificación principal. 

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