El Palacio Molina acogerá la exposición del pintor catalán Luís Claramunt y que podrá visitarse del 8 de julio al 31 de agosto, dentro del programa La Mar de Arte incluido en el Festival La Mar de Músicas.
Luís Claramunt, fallecido en el año 2000 antes de cumplir los cincuenta años, tuvo una carrera pictórica corta - de no más de 30 años - pero intensa. Su pintura, de clara influencia expresionista, rozando a veces el tremendismo, refleja los ambientes marginales de las ciudades, así como sus aficiones (corridas de toros, peleas de gallos, mercadillos y tabernas), tal y como ha indicado la concejala de Cultura, Rosario Montero, durante la presentación de la exposición.
También realizó una serie de pinturas sobre Marruecos. Son éstas precisamente las que se exponen ahora en el Palacio Molina, fruto de los cuatro viajes del pintor al país vecino. Según ha comentado su gestora de arte Juana de Aizpiru, son las pinturas más íntimas del artista, pintadas con el corazón, porque se sentía plenamente identificado con la gente desgraciada de Marruecos. Son pinturas que son partes de sí mismo. Fue un personaje muy especial, un personaje único que se automarginó porque no le gustaba la sociedad en la que vivía, ha dicho Aizpuru.
Son pinturas, muchas de ellas inéditas y que nunca han visto la luz en una exposición, que reflejan una gran gestualidad con pocos trazos y realizadas con una técnica más depurada que no utilizó en ninguna de sus otras series pictóricas, dejand0 atrás la violencia cromática y la textura densa de las superficies de su obra anterior.
Autodidacta, Luis Claramunt ha sido una de las grandes personalidades de la pintura española de los últimos treinta años. Como ha indicado Nacho Ruiz, Claramunt ha sido uno de esos pintores que trasciende la estética y se convierte en mitología.