La actuación incluye una reordenación del tráfico que conseguirá la reducción de la velocidad en la carretera que va de Cartagena a La Aljorra
La Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, en respuesta a la petición de la asociación de vecinos del paraje cartagenero de Molino Derribado, va a iniciar esta semana un conjunto de actuaciones en la carretera que va de Cartagena a La Aljorra (MU-602), a su paso por esta localidad, para mejorar la seguridad vial de los conductores y peatones. Entre las diferentes medidas que va a llevar a cabo la Dirección General de Carreteras destaca la instalación de farolas antichoque que minimizan las lesiones en caso de accidentes.
“Estas farolas que la Consejería ya ha colocado en otros tramos de la Red Regional de Carreteras con excelentes resultados, combinan la iluminación segura de la vía con la reducción de la siniestralidad, ya que en el caso de producirse una colisión, su flexibilidad hace posible que la farola se doble o se parta en dos, según la fuerza del impacto, de forma que las lesiones se reducen de forma significativa”, explicó el director general de Carreteras, José Guijarro.
El proyecto también incluye una reordenación del tráfico de la carretera. En primer lugar, adaptándose a las necesidades de los vecinos del paraje de La Aljorra, se habilitará un paso de peatones en la zona donde más cruces de viandantes se registran. Asimismo, se conseguirá que los vehículos que circulan por la travesía reduzcan la velocidad mediante un estrechamiento de calzada, como una acción puntual en este punto recomendada por los ingenieros, y la construcción de una mediana central.
A ambos lados del paso de peatones se colocarán dos reductores de velocidad y se instalarán aceras que darán continuidad al paso peatonal a lo largo de toda la travesía. El proyecto incluye el asfaltado de la carretera, la colocación de nueva señalización horizontal y vertical y la poda de los árboles cercanos a la vía.
Por último, el director general de Carreteras añadió que “la actuación, que tiene un plazo de ejecución de dos meses y un coste que supera los 200.000 euros, está encaminada a mejorar las condiciones de circulación de la vía, para satisfacer la petición de los vecinos de Molino Derribado, que contarán con nuevas aceras y pasos peatonales, así como con una carretera más segura y mejor señalizada”.