Es mucho más que una revelación. Con sólo 33 años y 3 discos a sus espaldas, Yasmin ya tiene asegurado un lugar privilegiado dentro de la canción ladina. Nacida en Jerusalén, entró en contacto con la cultura y la canción ladina a muy temprana edad. Su padre un eminente musicólogo especializado en la investigación y la preservación de la cultura judeo-española del siglo XV, consagró gran parte de su vida a recopilar canciones sefardíes.
Yasmin Levy ha puesto la voz y ha revivido estas canciones, fusionándolas con el flamenco, e incorporando nuevos instrumentos como el laúd árabe, o el violín. Con sus tres discos ha estado siempre nominada a los BBC World Music Awards. En su último trabajo ha participado Natacha Atlas. Viene a La Mar de Músicas para que todos escuchándola hagamos un ejercicio de memoria histórica. Yasmin Levy que actúa el lunes 21 de julio a las 23:00 horas en la Catedral Antigua ya ha agotado las entradas. A las 20:00 horas, Kekelé traerá su rumba caribeña a la plaza del Ayuntamiento.
Nacida en Jerusalén hace treinta y un años, Yasmin Levy es una cantante fascinada por el ladino, la lengua de los judíos expulsados de España tras el edicto decretado en 1492 por los Reyes Católicos. Es una cultura que conoce de lejos. Su madre cantaba en sefardí y su padre, Yitzjak Levi, quien falleció cuando Yasmin contaba con un año de edad, fue investigador de la cultura judeoespañola como conservador de un departamento especializado en la Radio Nacional israelí.
Acaba de publicar el álbum Mano Suave, que le ha dado el espaldarazo definitivo a una carrera siempre punto de cristalizar. Cada uno de sus tres discos ha sido nominado a los premios más consolidados de las músicas del mundo, los BBC World Music Awards. El primero fue en 2000, con el disco Romance & Yasmin, seguido por La Judería (2005), en el que la musicalidad española estaba aún más remarcada, especialmente el flamenco, tras su paso por Sevilla en 2002 con una beca de la Fundación de Arte Flamenco Cristina Heeren.
Yasmin dice sentirse especialmente cómoda en España, y puede que en parte eso haya influido en la elección de su productora Lucy Durán, hija del músico turolense Gustavo Durán, musicóloga e intérprete de kora. Tras la producción de discos incontestables, como Kulanjan de Taj Mahal y Toumani Diabate o Paraíso di Gumbe, de Manecas Costa, para muchos críticos el trabajo de Durán vendría a ser sinónimo inequívoco de calidad, más aún cuando en el sonido se ha escogido a un ingeniero ya legendario, Jerry Boys, el hombre que registró Buena Vista Social Club o Kulanjan. Como curiosidad, la canción Mal De L'Amor es un tema inédito del propio Durán, con arreglos de su hija.La instrumentación de Mano Suave (guitarra, oud, qanun, flautas y percusión) ha sido enriquecida con otros inesperados como la kora o el arpa paraguaya. Así que, musicalmente, las fronteras de Mano suave están abiertas, algo que ratifican artistas invitados como Natacha Atlas.
Kekele
Si tuviéramos ilustrar lo que significa la “música de ida y vuelta” sería muy difícil encontrar un mejor ejemplo que el grupo de rumba congoleña Kékélé. Estos excelentes músicos africanos han creado un gran grupo con auténticos maestros del género. El grupo se formó en París, pero sus miembros son de origen congoleño. Su género principal es la rumba congolesa o soukous, con una mezcla de ritmos congoleses y cubanos tradicionales. El grupo se formó en 2001. y cuenta con once músicos: cuatro cantantes, tres guitarristas, un percusionista, un baterista, un saxofonista y un acordeonista (el acordeón es un instrumento típico de la rumba congolesa, a diferencia de la rumba cubana). Ahora presentan en el mercado dicográfico mundial Kinavana. Significativo título, una buena combinación de los nombres de las ciudades de Kinshasa y La Habana, es una palabra tan congoleña como cubana.
El "kékélé" es una palabra en lengua Lingala que nos describe una liana trepadora que crece el las riveras del río Congo. Las cuerdas tejidas de "kékélé" todavía hoy son usadas en algunos lugares de la selva para construir puentes. Quizás el grupo musical Kékélé tejan su carrera igual que dicha planta, como un camino largo y seguro. Sus miembros Papá Noel, Syran Mbenza, Wuta-Mayi, Nyboma Mwan Dido, Jean-Papy Ramazani, Loko Massengo, Bumba Massa y Yves hacen este camino imaginario juntos desde África a la América de la diáspora y una vez bien mezclados todos lo ritmos que allí se dan cita, vuelven a sus orígenes musicales, África, para que sus creadores los reconozcan como suyos, y nazca la Rumba Congoleña; una mezcla irresistible de rumba cubana y ritmos africanos. Este es el sonido de Congo clásico antes de que la intensidad rítmica del soukous dominara su sutileza. Un regalo para nuestros oídos por sus melodías y para nuestros cuerpos si nos dejamos llevar por sus contagiosos ritmos.
A las 20:00 horas, Kekelé traerá su rumba caribeña a la plaza del Ayuntamiento.
