El próximo día 22 de julio, el buque de Greenpeace Arctic Sunrise tenía previsto entrar en el Puerto de Cartagena para dar una rueda de prensa el día 23, en el marco de la campaña “En defensa del Mediterráneo”. La Autoridad Portuaria de Cartagena comunicó esta mañana a la compañía consignataria que gestiona el atraque del barco que, por segunda vez consecutiva, no hay espacio disponible en el Puerto de Cartagena.
Precisamente, en agosto de 2006 la Autoridad Portuaria le negó el atraque al buque insignia de Greenpeace, el Rainbow Warrior. Inicialmente, adujo los mismos motivos, falta de espacio, pero cuando fue evidente que había espacio disponible, pasó a alegar que se trataba de un puerto únicamente comercial y que el Rainbow Warrior no era una embarcación de ese tipo.
“Todo esto indica una clara intencionalidad política, ya que Cartagena es el único puerto que niega la entrada a Greenpeace de forma sistemática y sin motivo” asegura Mario Rodríguez, director de Campañas de Greenpeace España, y añade “Una vez más, la Autoridad Portuaria impide a Greenpeace informar a los ciudadanos de Cartagena sobre sus campañas en defensa del mar Mediterráneo”.
Greenpeace estudia en estos momentos las posibles responsabilidades administrativas de los gestores del puerto por impedirle la utilización de un servicio público.
“Hasta el próximo martes, seguiremos intentando entrar en el Puerto de Cartagena para poder dar a conocer el trabajo de Greenpeace en el Mediterráneo durante los últimos meses. Después de los sucedido hace dos años, tenemos claro que no somos bienvenidos por esta Autoridad Portuaria. Estamos cansados de sus arbitrariedades a la hora de gestionar un servicio y unas infraestructuras que son públicas”, ha declarado Sebastián Losada, a bordo del Arctic Sunrise.
Al margen de la obtención o no del permiso de atraque, la organización presentará la próxima semana en Cartagena los resultados de la campaña y sus propuestas para la protección de los ecosistemas costeros en aguas murcianas.
El Arctic Sunrise llega a Cartagena procedente de las Islas Baleares, en el marco de una campaña de cuatro meses en el mar Mediterráneo, para denunciar la crisis que sufre este mar. Entre las amenazas del Mediterráneo destacan la sobreexplotación de especies como el atún rojo, la pesca pirata, la destrucción de los ecosistemas costeros o la contaminación. Además el Arctic Sunrise desarrolla una campaña científica en colaboración con el Instituto de Investigaciones Marinas de Barcelona dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (ICM-CSIC) para el estudio de los fondos marinos mediterráneos y de las poblaciones de medusas en aguas abiertas.