La procesión del Cristo del Socorro ha sido la encargada de anunciar el comienzo de la Semana Santa cartagenera, con la salida de madrugada del Vía Crucis Penitencial del Cristo y que ha continuado a las diez y media de la mañana, con la Ofrenda de la Onza de Oro, a la que ha acudido la Corporación Municipal al completo en solemne comitiva.
Por lo que se refiere a la primera de nuestras profesiones, los herederos de la Cofradía fundada por el Duque de Veragua, acompañados solamente de un tambor sordo y el rezo de las estaciones, han llevado las imágenes de la Virgen de la Soledad del Consuelo y del Cristo del Socorro haciendo estación de penitencia ante la Virgen del Rosell, antigua patrona de la ciudad. Este año la novedad ha sido que el vía crucis ha pasado por al calle Balcones Azules, junto al Molinete.
El siguiente gran acto de este día ha sido la tradicional Ofrenda de la Onza de Oro en la Iglesia de la Caridad, símbolo de la ayuda económica municipal que cada año entrega la alcaldesa para los enfermos pobres del Santo y Real Hospital de Caridad, y que ha sido de 32.000 euros.
A la iglesia han llegado en comitiva los miembros de la corporación municipal y, en el transcurso de la Ofrenda, Pilar Barreiro ha querido reivindicar la necesidad de que valores universales como la lealtad y la generosidad son lo que deben fomentarse tanto en la sociedad como entre los políticos, máxime en tiempos de crisis.
Por su parte, el obispo, José Manuel Lorca Planes ha ensalzado durante la homilía la figura de nuestra patrona y ha solicitado a los Hermanos Mayores de la Cofradía respeto, cariño y amor para conservar uno de nuestros mayores tesoros, la Semana Santa. Además, ha anunciado que ya está en marcha el trámite para converir la iglesia de la Caridad en Basílica menor.