La que ha sido catalogada la mejor banda de música gitana, Los Taraf de Haïdouks, vendrá a La Mar de Músicas el miércoles 15 de julio en sustitución de la brasileña Vanessa Da Mata, que ha suspendido su gira española. La actuación de Los Taraf de Haïdouks será en el Parque de Artillería a las 23:00 horas. Las entradas costarán 15 Euros. A los que hayan comprado las entradas de Vanessa Da Mata y no quieran asistir al concierto de los rumanos, se les devolverá el dinero.
Durante siglos, en muchas regiones de Rumania, la música tradicional y los bailes han acompañado los momentos más importantes de cada vida. En ningún nacimiento, en ningún bautismo, en ningún casamiento ha faltado la presencia de una banda de músicos que interpretara las canciones que sus antepasados les fueron transmitiendo generación tras generación.
Los Taraf de Haïdouks son una docena de músicos gitanos que provienen de un pueblo de Rumania llamado Clejani. Los integrantes de esta banda, cuyas edades van desde los 20 hasta los 80 años, nunca habían tenido la oportunidad de salir de su lugar de origen hasta que dos músicos extranjeros (Stéphane Karo y Michel Winter) los conocieron y se entusiasmaron con la idea de dar a conocer esta música al resto del mundo.
Uno de ellos, Karo, fue a Rumania con la intención de conocer a fondo la música que había escuchado alguna vez en una tienda de discos en Bruselas. En Clejani conoció a Nicolae Neacsu, una enciclopedia vida del folklore rumano quien vivía solo en un cuarto de caballeriza. Éste, sorprendido por el interés demostrado por el recién llegado, grabó, de manera precaria, algo de la música tradicional junto a algunos músicos jóvenes. Sin embargo, justo en ese momento comenzó la revolución, que luego terminaría con la caída de Ceacescu, y por tal razón se vieron impedidos de concretar una grabación profesional.
En 1990, cuando la situación política se tranquilizó, Karo y Winter viajaron a Clejani y, tras conocer a otros músicos de la región, decidieron organizar una gira por Europa con la nueva banda a la cual llamaron Taraf de Haïdouks (taraf es una palabra turca que designa a un grupo de músicos y los haïdouks fueron unos legendarios bandidos al estilo Robin Hood, héroes en las baladas medievales). Los productores eligieron a seis músicos para la gira, incluyendo a Neacsu y a Ion Manole, un cantante que sorprende por la forma de modular su voz. Pero la presión del resto de los pobladores hizo que se aumentara el número de integrantes hasta alcanzar la docena.
Esta gira le significó el primer contrato de grabación con el sello belga Crammed Discs. El álbum debut de la banda, 'Musique des Tziganes de Roumanie', rápidamente escaló a las primeras posiciones del chart europeos de world music. Este disco les permitió introducir en el mundo occidental la riqueza y el ritmo de la música gitana rumana, deslumbrando y sorprendiendo en cada presentación en festivales, salas de conciertos y clubs de toda Europa.
Tuvieron un papel importante en el film 'Latcho Drom' del director Tony Gatlif. Dos años después grabaron en Rumania su segundo disco, 'Honourable Brigands, Magic Horses and Evil Eye', el cual fue muy bien recibido por la crítica resultando elegido en Alemania como mejor álbum de world music. El siguiente, 'Dumbala Dumba' se registró en una casa en Clejani a fines del '97.
Pese a este éxito, durante cada receso, los integrantes regresan a su pueblo continuando su habitual estilo de vida. Incluso se siguen presentando en todos aquellos eventos de la vida cotidiana de la región. Un dato curioso: los miembros de Taraf han participado en desfiles de Paris como modelos de ropa junto a algunos prestigiosos diseñadores. La trayectoria de Taraf también incluye una participación en la banda sonora del film 'The Man Who Cried' dirigido por Sally Potter.
Vendrán a Cartagena a presentar su último trabajo Maskarada, que es el primer álbum de estudio de esta formación desde Band Of Gypsies (2001) y en él se acercan al mundo de la música clásica. Aquí el grupo líder del folk gitano de los Balcanes acude a una serie de compositores clásicos transformando algunas de sus piezas claves, reinterpretándolas a base de flauta, violines, acordeones, clarinete, doble bajo y cymbalum. Béla Bartok (Ostinato & Romanian dance), Manuel de Falla (Danza ritual del fuego), Isaac Albéniz (Asturias) o Alfred Ketélbey (In a persian market) estarían orgullosos de esas contagiosas versiones que Taraf de Haïdouks han hecho de sus obras, dotándolas de una magia y un talante festivo que las originales no tenían.