El Hamlet español del siglo XXI ha nacido. Ya no es el joven romántico y atormentado (a veces interpretado por sexagenarios actores) que se arrastra por los rincones de palacio llorando el asesinato de su padre a manos de su propio hermano. Ahora es un joven profundamente cabreado, airado, que no está dispuesto a permitir que el culpable se vaya de rositas y que responde a actitudes psicológicas del hombre rabiosamente actual.
Ese príncipe de Dinamarca ha llegado al teatro contemporáneo marcando una nueva era de la mano del actor y director Juan Diego Botto, quien llega mañana jueves 12 de febrero a las 21:30 horas al Nuevo Teatro Circo de Cartagena cosechando el éxito más importante de su carrera profesional con Hamlet, de William Shakespeare. A la venta las últimas 50 entradas, en las taquillas del Nuevo Teatro Circo.
El Hamlet de Botto es muy distinto a todos los que se recuerdan en escena e incluso en cine. No es un joven romántico y atormentado que sufre por las esquinas, calavera en mano. Su príncipe está cabreado, indignado y no quiere venganza, quiere que se sepa la verdad. Botto ha afrontado un Hamlet así porque su actitud cree que tiene que ver con esa sensación que provoca la postergación de la justicia.
La propuesta del Centro de Nuevos Creadores busca la mayor simplicidad y sencillez posibles y gira en torno a dos temas: el poder como una maquinaria asfixiante que va triturando a todo aquel que se acerca a su corrupto corazón y, en segundo lugar, la familia o el peso de lo que Shakespeare llama la herencia de la carne: ese destino entregado por nuestros padres, cuyas acciones condicionan nuestra personalidad y nuestro futuro.
Juan Diego Botto estaba obsesionado desde los 15 años con llevar a escena la clásica obra de Hamlet. A esa edad lo leyó por primera vez y se prometió hacerlo antes de cumplir los 30. Casi lo consigue, ya que el actor de origen argentino tiene actualmente 33 años.
Juan Diego Botto se subió a un escenario por primera vez a los 12 años en el Centro Dramático Nacional, que dirigía Lluis Pasqual, para trabajar como actor en Alesio, de García May y bajo la dirección de Pere Planella. Desde entonces no ha parado de trabajar, sin limitarse a ejercer la profesión de actor en teatro, cine o televisión; sino que también se ha sumergido en el trabajo de guionista, director, dramaturgo y autor teatral. Con esta metodología ha afrontado su mayor reto profesional.