El inicio de la Semana Santa en Cartagena ha vuelto a llenar las calles de procesionistas, vecinos y visitantes que, animados por el clima casi veraniego, han podido disfrutar de los primeros desfiles pasionales.
La procesión familiar por antonomasia, la de la Entrada de Nuestro Padre Jesús en Jerusalén, que salió a la calle ayer Domingo de Ramos de la mano de la Cofradía California, congregó a multitud de niños tanto entre el público como en las filas de los tercios infantiles que ya apuntan maneras como futuros penitentes.
El bullicio en las calles ya comenzó a sentirse el pasado viernes, día grande en la ciudad, con la Ofrenda Floral a la patrona, la Virgen de la Caridad, cuyo templo se llenó de ramos en su honor procedentes de multitud de grupos que, en representación de todos los rincones del municipio, participaron en el evento ataviados con el traje típico cartagenero.
Acto seguido salió a la calles la procesión california del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima del Rosario, desfile relativamente joven que ha ido incorporando nuevos tercios y tronos.
Para el Sábado de Pasión, quedaban reservados los traslados de ocho imágenes de Marrajos y Californios a hombros hasta las sedes que ocuparán durante estos días con motivo de su participación en las procesiones. Así, de la Cofradía Marraja, el Jesús Nazareno se trasladó hasta Santa Lucía, el Cristo de Medinaceli hasta el antiguo Hospital de Marina, y el Cristo de la Agonía y la Soledad de los Pobres hasta Santa María. En cuanto a los Californios, también llevaron hasta el templo de la calle del Aire sus imágenes del Cristo de la Sentencia, la Virgen de la Esperanza y la de la Vuelta al Calvario, completando el Vía Crucis con la vuelta del Cristo de la Misericordia a las Carmelitas.