El análisis del presupuesto regional territorializado para el año 2.015, en lo que a Cartagena se refiere es decepcionante y convierte al Gobierno Regional en un mero gestor de transferencias corrientes en virtud de los convenios que tiene establecidos con organismos públicos y privados de nuestro municipio. Un año más Cartagena recibe el 13,15 % del presupuesto regional, aunque su población representa casi el 16 % de la Región, mientras que Murcia recibe el 39,50 % aunque su población supone el 32 % del conjunto de la Comunidad Autónoma.
De los 57.435.949 euros presupuestados para el año 2.015 en nuestro municipio tan sólo 6.013.301 euros, es decir el 10,46 % corresponde a partidas destinadas a la inversión pública, el resto son transferencias de capital para cubrir los conciertos con entidades públicas y privadas del municipio, y para cubrir gasto corriente. Esta realidad decepcionante, constata la incapacidad del Gobierno Regional para convertirse en un motor de la recuperación económica que sin duda necesita un municipio como el de Cartagena, que encabeza las tasas de desempleo de la CARM.
Además el famélico % destinado a inversión tiene encima trampas, que hacen aún más alarmante la falta de inversión del Gobierno Regional en Cartagena. Así el Gobierno Regional destina 539.264 euros a la financiación de inversiones por parte de la UPCT, lo que supone una reducción de 134.816 euros (el año pasado esta partida estaba dotada con 674.080 euros) en la partida de inversión directa que financia a la Universidad Pública el presupuesto regional.
Asimismo se traslada del ejercicio 2.014 al ejercicio 2.015 la misma partida de 300.000 euros para acometer el inicio de las obras del Colegio Público de la Aljorra, puesto que no se ha invertido ni un euro en el presente ejercicio, y del que ni tan siquiera hay acuerdo con los padres en la ubicación de esta infraestructura, que ahora se pretende ejecutar en parte en el ejercicio próximo.
Asimismo desaparece la ya de por si ridícula partida presupuestaria para dotación y equipamiento de Consultorios Médicos que ascendía en 2.014 a 37.785 euros.
Cada ejercicio siguen aumentando las organizaciones privadas con las que la CARM tiene concertados servicios en nuestro municipio, especialmente Residencias de la 3ª Edad, Centros de Atención a la Discapacidad, en una apuesta clara por abandonar la gestión pública del 4° sector de nuestra economía, ya que para el 2.015 se privatizará la gestión de la única residencia pública de 3ª Edad existente en el municipio, tras 10 años de obras, como es la Residencia de Fuente Cubas.
Obras prometidas y no ejecutadas a lo largo de varios ejercicios, desaparecen del presupuesto ejercicio, tras ejercicio, y ya duermen tras años de promesas el sueño de los justos. Así ni rastro de la circunvalación de Pozo Estrecho, del nuevo Colegio del Llano del Beal, de la construcción de la nueva Escuela de Enfermería junto al Hospital de Santa Lucía, la remodelación de la carretera que une Pozo Estrecho con Torre Pacheco, el Plan Integral de Promoción de la zona Oeste, etc.
Asimismo desde SPCT echamos en falta proyectos de inversión concretos para Cartagena que ayuden a reactivar la actividad económica de nuestro municipio, como podrían ser la puesta en marcha de Escuelas Taller encaminadas a formar y emplear a parados de nuestra ciudad, que a su vez recuperaran entornos y edificios abandonados, que una vez puestos en valor podrían generar valor añadido y por tanto empleo a través de una política turística potente.
Por último destacar también el abandono absoluto por parte del Gobierno Regional, de una apuesta concreta para Cartagena, en materia de equipamiento industrial aprovechando el suelo público ubicado en el polígono de los Camachos, y de implantación de industrias agroalimentarias en toda la zona del campo de Cartagena.
Lo grave, es que toda esta apatía, parálisis y falta de ideas con Cartagena del Gobierno Regional cuenta con la complacencia absoluta del Gobierno del Pilar Barreiro, más preocupada por sobrevivir que por impulsar proyectos que generen empleo en Cartagena.