Los malos presagios de la princesa Himilce se confirmaron anoche ante el Oráculo de Tanit. La esposa de Aníbal, preocupada por los sueños que había tenido sobre el futuro del general y del pueblo cartaginés, acudió al templo de la diosa con la esperanza de que no se hicieran realidad. Pero no fue así.
Alrededor de 3.000 espectadores fueron testigos este martes de este momento histórico que se recrea, como ya es habitual, en el escenario del puerto en estas fiestas de Carthagineses y Romanos. Las concejalas de Festejos, Florentina García, y de Mujer, Clara Heredia, tampoco se quisieron perder esta representación del bando cartaginés.
El espectáculo comenzaba con las predicciones de la diosa Tanit a un grupo de agricultores y que se vio interrumpida por la llegada triunfal de la princesa Himilce, acompañada por sus fieles sirvientes, y con un juego de fuego, música y luces que animaban al público a seguir disfrutando de esta recreación.
Antes de que la luna se ponga y vuelva a salir dos veces, las puertas de la ciudad se abrirán a los romanos que la tomarán a sangre y fuego. Con estas palabras, Tanit, con un grupo de sacerdotisas, predecía el inminente futuro que le aguardaba a Qart Hadast, así como al propio general cartaginés, quien había marchado a Sagunto para vencer el entonces indestructible imperio romano.
Así la diosa vaticinaba la gran batalla que se celebrará este viernes y la victoria de Escipión. Y no sólo eso. También la llegada de un hijo varón a Himilce, aunque con su nacimiento vendría la muerte su marido.
Antes del Oráculo, se celebró además el nombramiento de los galardones de Gran Dama de Carthago y Hannón el Navegante a Lucía Sánchez y Francisco Jesús Cámara, respectivamente.