El presupuesto municipal para el año 2.014 va a traer entre otras muchas cosas, la constatación de que en nuestro municipio impera una forma de gobernar ruín y vengativa.
La FAVCAC colectivo que ha abanderado la defensa de la sanidad pública en Cartagena en el último decenio, ha sido objeto de un ataque sin precedentes, vía presupuesto; en un burdo intento por parte del equipo de Gobierno, de silenciar una voz capital en estos momentos donde pende de un hilo el futuro del Rosell
Así, una vez más Pilar Barreiro, ha demostrado que sólo es beligerante con quién tiene criterio y defiende los intereses de Cartagena de manera altruista, como lo hace la FAVCAC. Justificar esta bajada de la subvención (pasa de 40.000 euros a 20.000 euros) con la excusa de la crisis, no tiene credibilidad ninguna, cuando colectivos tan importantes como COEC, no han sufrido este recorte tan brutal, aún estando en época de crisis.
La Sra. Barreiro castiga al que no le es dócil, y antepone su carácter autoritario a las reglas del juego democrático, por las que colectivos sociales sin ánimo de lucro trabajan por el municipio de manera independiente. Está claro que la manifestación del Rosell liderada por la FAVCAC, les ha molestado profundamente.
Esta decisión, sólo va a conseguir el posible despido de la única trabajadora de la FAVCAC, (qué más da en Cartagena estamos a la cabeza del desempleo) pero no va a silenciar la voz del colectivo vecinal. Si lo que pretende Pilar Barreiro es un municipio de vecinos sumisos y adocenados desde SPCT creemos que ha tomado el camino equivocado.