Cartagena vivió ayer pendiente de uno de sus vecinos, Juan Antonio Conesa, más concretamente de la consecución del reto que se había propuesto el ciclista cartagenero, pedalear sin parar desde Venecia hasta Cartagena, 2.000 kilómetros nonstop, por una buena causa, colaborar con APANDA.
Y finalmente lo consiguió, a medianoche llegaba a Cartagena, acompañado por su equipo técnico y medio centenar de ciclistas que quisieron acompañarle en sus últimos kilómetros, además de una escolta de Guardia Civil y Policía Local.
La primera parada, antes de cruzar por el arco de meta de la Plaza del Ayuntamiento, fue El Albujón, localidad de la que Conesa es vecino, donde un millar de personas le esperaban impacientes a su paso, ataviados con camisetas diseñadas al efecto.
Apenas estuvo un par de minutos, lo justo para saludar y abrazar a su familia y amigos y tomar aire para continuar, pero allí se preparó un espectacular recibimiento, organizado por la Junta Vecinal, con su presidente, Ãngel Nieto Huertas, al frente, y la Asociación de Vecinos de la localidad, cuya presidenta, Apolonia Soto, tampoco quiso perderse la hazaña. También participaron todos los colectivos sociales, culturales y deportivos del pueblo, contando con la colaboración de la Concejalía de Deportes.
Ya solo quedaban 15 kilómetros, los que separan El Albujón del centro de la ciudad, para coronar con éxito su hazaña. Y allí, en la Plaza del Ayuntamiento, tampoco estaría solo, de nuevo su familia y unas 600 personas esperaban emocionados a Juan Antonio Conesa, entre ellos los concejales de Deportes, Diego Ortega, y Descentralización, Nicolás Ãngel Bernal, el coordinador de actividades deportivas de la Concejalía, Eduardo Armada, la directiva de Apanda y su presidenta, Dolores Sánchez, y un grupo de niños con deficiencias auditivas que, como sus hijo Mario, forman parte de esta asociación.
También se sumaron representantes de clubes ciclistas de la región y asociaciones vinculadas a este deporte, que hicieron aún más emocionante una bienvenida en la que el ciclista recibió ramos de flores, placas conmemorativas y el recuerdo de que le ciudad estuvo con él durante los cinco días que vivido esta aventura solidaria.