Amigas desde la infancia, licenciadas en Veterinaria y con un mismo objetivo: la ilusión de crear su propia empresa. Estas son las claves, a rasgos generales, de la historia que une a estas dos cartageneras, Ana María Gutiérrez y Lucía Rodríguez, ambas propietarias de la Clínica Veterninaria ubicada en la calle Carlos III, 48 Bajo.
A punto de sobrepasar la barrera de los treinta años, tanto Lucía como Ana se confiesan orgullosas de su negocio, el cual fue constituido en febrero de 2011. Fue Lucía quien se puso en contacto conmigo y me contagió sus ganas de emprender. Ahí empezó a rodar todo, explica Ana. Con la idea de negocio vislumbrada desde el primer momento, el siguiente paso consistió en la búsqueda de ayudas y subvenciones, y es aquí donde entra en juego el papel de la Agencia de Desarrollo Local y Empleo de Cartagena (ADLE).
El caos administrativo del primer momento se vio solventado por el asesoramiento de la ADLE. La Agencia nos marcó un patrón empresarial, porque al principio estábamos un poco perdidas, sobre todo en temas de financiación, asegura Ana. A partir de ahí, y con la idea en mente, desde la ADLE se les ofreció asesoramiento empresarial y fiscal a través del Cheque Emprendedor, al tiempo que se les orientó en la búsqueda del local en el que dos años después siguen recibiendo a sus clientes. En definitiva, la función de la ADLE se caracteriza por ofrecer una organización clara y eficaz, facilitando unas pautas de actuación a los usuarios cartageneros que se acercan a sus instalaciones.
La vocación de estas cartageneras ha logrado que en la actualidad tengan unos 1.300 clientes fijos. Y es que, una de sus fortalezas con respecto a sus competidores es el trato personalizado que ofrecen. Tratamos a los animales como si fuesen nuestros, subraya Ana, quien afirma que siguen formándose y haciendo cursos con objeto de actualizar sus técnicas.
Esa cercanía con sus pacientes fue palpable al conocer a Nosa, una hembra de la raza galgo que durante años fue maltratada. Su miedo se siente cuando nota la presencia de gente desconocida, sin embargo ahora está a salvo bajo los cuidados de Lucía. Y es que, como recuerda su compañera, la salud siempre se eleva a un primer plano situándose como el objetivo principal de su trabajo.
A esta clínica veterinaria no le falta ni un detalle. Junto con la sala de rayos, la de hospitalización y el quirófano, también tienen servicios de peluquería, lo último en cosmética y moda para las mascotas, alimentación específica o complementos como camas o cadenas para que estos especiales clientes no escapen de sus dueños. Asimismo, y como complemento a la medicina general que ellas practican, también disponen de un equipo de especialistas para casos de traumatología o para la atención de animales exóticos.
Han pasado más de dos años desde que las puertas de esta clínica abrieran sus puertas al público, y desde entonces mantienen el mismo asesor, encontrado gracias a labor de la ADLE. Además, recuerdan que aunque partieron desde cero y en época de crisis, hoy se sienten muy felices porque el negocio sigue en marcha. Los inicios son duros, hay que ser constantes, pero para nosotras ha sido muy positivo porque te creces profesional y personalmente, recalca Lucía al término de la entrevista.
Esta clínica veterinaria abre de lunes a viernes, de 10,00 a 14,00 horas, y de 17,00 a 20,30 horas. Los sábados sólo en horario de mañana, de 10,00 a 13,00 horas. Además, también pertenece al Servicio de Urgencias de Cartagena siendo el número de teléfono el siguiente: 628.86.26.96.