El secretario de estado de Cultura, José María Lasalle, ha comunicado a la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, la decisión de establecer en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (ARQUA), la sede permanente del tesoro del Odissey.
La decisión ha sido adoptada por la comisión científica creada al efecto para dilucidar el futuro del medio millón de monedas (212 de oro y el resto de plata) que transportaba la fragata Nuestra Señora de las Mercedes y al que aspiraban, junto a Cartagena, ciudades e instituciones tanto españolas como sudamericanas.
Pilar Barreiro ha señalado que se trata de una magnífica noticia para Cartagena, en la que han primado, por encima de todo, las cuestiones técnicas y científicas. Para la alcaldesa es además la culminación de un trabajo que empezó por parte del Ayuntamiento mucho antes de que los tribunales americanos dieran la razón al Gobierno Español sobre la propiedad del tesoro. En sentido ha precisado que lleva meses trabajando con la Consejería de Cultura y Turismo, el director del Arqua y responsables del Ministerio de Cultura para elaborar una estrategia para que Cartagena sea la mejor sede.
Para Barreiro también supone un paso de gigante para la Ciudad en su consolidación como destino cultural y turístico. Cartagena puede presumir ya de tesoros culturales y artísticos como el teatro Romano; pero tras la incorporación de estos valiosísimos fondos históricos, se convertirá en la auténtica Ciudad del Tesoro, ha añadido la alcaldesa.
Desde hace algunos meses el Ayuntamiento está trabajando para ayudar al ARQUA y al Ministerio en la promoción turística y cultural que va a tener que hacerse para que la exposición sea conocida y atraiga al mayor número de visitantes, tanto a nivel nacional como internacional.
El Tesoro de las Mercedes, como empezará a conocerse a partir de ahora, fue descubierto en mayo de 2007 por la empresa cazatesoros estadounidense Odyssey. Está compuesto por más de 500.000 monedas entre escudos y reales de a ocho españoles y otros objetos (17 toneladas de oro y plata), acuñadas en Perú a finales del siglo XVIII, con las efigies de Carlos III, Carlos IV y Fernando VII.
El buque que lo transportaba, Nuestra Señora de las Mercedes, y a las tres fragatas que lo acompañaban (La Clara, La Medea y La Fama) fueron hundidos por los ingleses en su viaje de Montevideo a Cádiz el 5 de octubre de 1805.
