¿Quién dijo que la música clásica es algo pasado de moda y que, por ejemplo, a un niño no le podía gustar un tango? El ciclo de Conciertos en Familia, que anualmente organiza la Concejalía de Educación ha demostrado que los tiempos han cambiado y que la música, sea del tipo que sea, cada vez gusta a los más pequeños. Miles de escolares han asistido este año al ciclo que, bajo el epígrafe Con La Música a Otra Parte, ha clausurado esta mañana las concejalas de Educación y Juventud, Josefa Maroto y Ruth Collado.
Luego hay continuidad, ha asegurado Maroto, para quien no hay nada más importante como inculcar a los más pequeños cultura y crear un público conocedor de lo que va a a ver cuando asiste al teatro o a un auditorio.
Cerca de 35 centros escolares del municipio han participado en esta actividad. De hecho, muchos niños de 3 a 11 años ya saben qué instrumentos componen una orquesta, a qué familias pertenecen y hasta son capaces de nombrar compositores famosos y de reconocer piezas musicales.
La actuación que ha echado el telón al ciclo de conciertos didácticos ha sido el cuento musical La orquesta de Pepón.El relato narra las aventuras de un director de orquesta que, con la ayuda de una maga y un alumno de la escuela de música, intentan recuperar los instrumentos perdidos.
Las músicas expuestas en este espectáculo abarcan diversos estilos, desde una cordial guajira, pasando por la elegancia del vals, el acento folclórico de la habanera y el tango, hasta los rítmicos aires del jazz y la música celta.
DESDE HACE UNA DÉCADA
La Concejalía de Educación programa desde hace una década los Conciertos en Familia. De esta manera cumple con la demanda de los centros escolares, de ofrecer una serie de actividades educativas que completen y refuercen la formación docente de sus alumnos.
Este proyecto nace con el objetivo principal de acercar la música orquestal a los niños en edad escolar, y mostrar la variedad instrumental a través de las diferentes familias de instrumentos que existen en una orquesta. En él han participado profesores de diversos conservatorios, entre ellos el de Cartagena y Cieza, así como alumnos de la escuela municipal de teatro de Cartagena, que con ilusión y energía han transmitido toda la belleza que supone enseñar y aprender a través de la música.