La tradición musical del Campo de Cartagena quedará patente el próximo sábado día 21 de enero con la celebración del XVII Encuentro de Cuadrillas en La Ajorra.
El encuentro tendrá lugar a las 16,30 horas en el Centro Cívico y contará con la participación de las cuadrillas de Fuente Ãlamo, Isla Plana, La Aljorra, Molinos Marfagones y Tallante.
El evento está organizado por la Cuadrilla de La Aljorra que durante 17 años ha conseguido darle continuidad, con la colaboración de la Junta Vecinal Municipal, la asociación de vecinos y la asociación cultural de la mujer.
Las cuadrillas en el Campo de Cartagena, como en el resto de la Región y del sudeste español, nacieron en torno a las parroquias, con un fin recaudatorio (pedían el aguilando o aguinaldo) para sufragar los gastos de iglesias y ermitas, y para pagar las misas de las ánimas benditas. Iban de casa en casa y participaban en las celebraciones religiosas. Actualmente han perdido su inicial finalidad recaudatoria, manteniéndose por motivos lúdicos y culturales.
Su origen parece situarse a finales del siglo XV y su desarrollo se produce a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII. En los pasados años 60 y 70 desaparecieron un gran número de cuadrillas, debido fundamentalmente al despoblamiento de las zonas rurales, estando en este momento en franca recuperación y expansión.
La cuadrilla es un grupo de músicos no profesionales de música tradicional. Está formada por 10 ó 15 músicos y un guión o trovador. Los instrumentos que utilizan son de cuerda (guitarra, guitarro, laúd, bandurria y violín) y de percusión (pandereta, platillos, caña y postizas o castañuelas).
Los cantos, coplas o trovos de aguilando son poesías repentizadas (improvisadas) formadas por cuatro versos octosílabos con rima consonante. Éstos se denominan cuartetas (cuando la rima es a-b-a-b) o redondillas (a-b-b-a), y son improvisados por el trovero o guión. A continuación, el coro repite el último verso seguido del estribillo particular de cada cuadrilla.
La temática de estos trovos es diversa, pero fundamentalmente trata temas religiosos, alude a temas del lugar o se piropea o critica a gente conocida, pero siempre en tono jocoso, con ironía y sin malicia.