No es una exageración decir que McCoy Tyner ha dado forma al jazz moderno. Su blues basado en el piano, lleno de sofisticados acordes y una explosiva mano izquierda, ha trascendido los estilos convencionales para llegar a ser uno de los sonidos más identificados en la música improvisada. Viene al Cartagena Jazz Festival acompañado del vocalista José James y el saxofonista Chris Potter para homenajear esas veneradas canciones donde Johnny Hartaman puso la voz a las creaciones de John Coltrane.
Será mañana sábado 18 de noviembre, cuando también actuará Madeleine Peyroux, uno de los mayores talentos vocales de la actualidad. Standing on the Rooftop, el disco que viene a presentar al Cartagena Jazz Festival, es su segunda entrega como compositora donde brillan las versiones soberbias que la Peyroux hace de Martha My Dear de The Beatles, Love in Vain de Robert Johnson y I Threw It All Away de Bob Dylan.
Programa doble en el Auditorio El Batel, a partir de las 21:30 horas. El precio de las localidades es de 25, 20 y 18 euros.
Comparada a menudo con la gran Billie Holiday por la similitud de su timbre y su fraseo tímido, Madeleine Peyroux (Estados Unidos, 1973) es uno de los mayores talentos vocales de la actualidad. Nacida en Estados Unidos y criada en Paris, pocas figuras con una historia tan especial como la de Madeleine Peyroux existen en el mundo de la música. Tras acariciar las mieles del éxito con su primer lanzamiento para Atlantic Records hace ya 15 años, Peyroux desapareció ¿literalmente- del mapa durante nueve años. El resto es ya prácticamente historia y tiene nombre de tres álbumes, Careless Love, Half the Perfect World y Bare Bones. Bare Bones fue el primer disco de Madeleine integrado casi en su totalidad por composiciones propias, y Standing on the Rooftop, el disco que viene a presentar al Cartagena Jazz Festival, es su segunda entrega como compositora. Una entrega más madura y dirigida, algo más amplia estilísticamente y sin duda superior en cuanto cohesión y variedad de rangos vocales de la inigualable Peyroux. Aquí conviven pop, folk, rock, blues y jazz sin complejos. Baladas de piel de gallina y guitarras que se acercan al rock clásico. El jazz vuelve a ser el hilo conductor y la voz de Madeleine sin duda el rasgo más personal y distintivo de un disco que está llamado a ser referencial en su discografía. Oiremos por lo tanto en Cartagena las versiones soberbias que la Peyroux hace de Martha My Dear de The Beatles, Love in Vain de Robert Johnson y I Threw It All Away de Bob Dylan. Una exquisitez.
McCoy Tyner (Estados Unidos, 1938). Sus contribuciones harmónicas y sus mecanismos rítmicos ha dado forma al vocabulario de la mayoría de los pianistas de jazz. formó parte del R&B y del jazz fértil de principios de los años 50. Ya desde una temprana edad sus padres le inculcaron el amor por la música. El joven pianista cayó en el hechizo del blues y destacó muy pronto en las jam sessions que organizaba su madre en la tienda de cosméticos. La decisión de McCoy de estudiar piano fue reforzada cuando conoció al legendario pianista de bebop Bud Powel, que era un vecino de la familia. Otra gran influencia de McCoy fue Thelonious Monk, cuya afición por la percusión marcó el estilo personal de Tyner. A los 17 años, conoció a John Coltrane, lo que cambiaría su futuro profesional. Hoy, Tyner ha sacado a la venta cerca de 80 álbumes bajo su nombre, ha ganado cuatro premios Grammy, y fue galardonado como Jazz Master from the National Endowment for the Arts en 2002. Continua dejando su marca en las nuevas generaciones de improvisers, y sin embargo sigue siendo cautivamente modesto y muy espiritual. Viene al Cartagena Jazz Festival acompañado del vocalista Jose James y el saxofonista Chris Potter para homenajear esas veneradas canciones donde Johnny Hartaman puso la voz a las creaciones de John Coltrane.