El servicio de mercados de la Policía Local reforzará el control y la inspección en los puestos de los mercadillos municipales, haciendo especial hincapié en las nuevas adjudicaciones, con la finalidad de comprobar que estos se ajustan a las condiciones establecidas.
Anteriormente a las adjudicaciones existían un total de 161 puestos vacantes, que ahora se han cubierto y que venderán, principalmente, conservas y salazones, fruta y verdura, y también productos no alimenticios, como ropa, calzado, bolsos o droguería.
Hay que señalar que, habitualmente, la Policía Local realiza un control exhaustivo de los titulares de los puestos, con el fin de evitar que vendedores no autorizados se instalen en ellos o se vendan productos no permitidos. En este sentido, hay establecido un límite de faltas de asistencia, que en caso de superarse pueden acarrear la apertura de un expediente sancionador y la retirada de la licencia del puesto.
También se van a controlar otro tipo de infracciones graves y leves, como la falta de limpieza de los puestos al término del horario de venta, que los puestos se ajusten a los metros cuadrados autorizados, o que la venta se realice sin licencia, con sanciones que oscilan en caso de incumplimiento de la ordenanza entre los 750 y los 1.500 euros.
Además, este año el Ayuntamiento cuenta con un 50 por ciento más de plazas en lista de espera, con el fin cubrir aquellas bajas que surjan, ya sea por renuncia voluntaria, por las deudas que se computen a principios de año o por faltas sin justificar al mercadillo.
La demanda en los puestos de venta ambulante de los mercadillos municipales se ha visto incrementada en 2011 con 250 nuevas solicitudes, ya que se ha convertido en una alternativa de trabajo, y muchas familias apuestan por este tipo de negocio en época de crisis.