No era un concierto, pero en el nuevo césped del Cartagonova había sinfonía. Igual que en las noches más oníricas, en las que la música y los sueños se mezclan, la gente acabó encendiendo las linternas de sus teléfonos móviles y agitándolos como luciérnagas en las noches oscuras al son de la melodía que se marcaba sobre el escenario.
Y los sueños se hicieron realidad en el coliseo cartagenero. La ciudad portuaria fue el centro de la atención deportiva en toda España y la fiesta del gol se vivió como no se había vivido desde hacía años, con una parroquia volcada con su equipo nacional. Los 12.812 espectadores que acudieron al estadio pudieron presenciar la apabullante victoria de la Selección Española Sub-21 sobre Eslovaquia por 5-1 en el que destacó la brillante segunda mitad de los de Albert Celades, quien al final del encuentro destacó la fabulosa acogida brindada por los ciudadanos del municipio.
Entre el público congregado figuraba una amplia representación institucional encabezada por la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, y entre la que también se encontraban el concejal de Deportes, Ricardo Segado, el concejal de Descentralización, Juan Pedro Torralba, el concejal de Calidad de Vida, Francisco Calderón, la concejala delegada de Hacienda, Isabel García, el concejal del Gobierno municipal José López, el director general de Deportes de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Alonso Gómez, el presidente del FC Cartagena, Francisco Belmonte, así como algunos ediles de los grupos de la oposición del Consistorio como Francisco Espejo o Carolina Palazón.
El combinado nacional tuvo que sufrir durante la primera mitad del encuentro. El cuadro eslovaco declaró sus intenciones desde el inicio y apenas llegado el cuarto de hora de juego ya puso el 'ay' en los corazones de la afición cartagenera. Cmelík apuraba un arranque por el flanco diestro hasta llegar casi a la línea de fondo para tirar un centro al área que Hromada dejaba pasar para que recibiera solo Jirka y disparase a bocajarro, batiendo con ello a Unai Simón, pero Vallejo impedía in extremis que el cuadro eslovaco abriera el marcador lanzándose sobre la raya de gol y despejando el cuero.
No tardó el bloque visitante en herir primero. Kácer botó un saque de esquina y Fabián se la coló en propia puerta tratando de despejar. La Selección Española Sub-21 encaró sus peores minutos y no fue capaz de encontrar apenas huecos por los que llegar al área rival y crear peligro hasta que empezó a acercarse el descanso. Además, los de Celades se vieron superados posicionalmente por los eslovacos en la mayoría de jugadas de ataque provocadas por el combinado visitante. España lo pasó muy mal desde aquella primera ocasión de Jirka.
Pero ahí estaba Dani Ceballos para arreglar el entuerto al culminar una magnífica jugada de equipo que empezaba desde atrás; finalmente el esférico llegaba al andaluz desde las botas de Rodrigo para que disparase un potente misil raso y cruzado desde su posición, en la frontal del área, un poco escorado en el pico derecho, que entró rebotando en la cepa del poste contrario. Así, los dos equipos se marchaban a los vestuarios con sensaciones dispares. El empate sabía a poco para los visitantes, mientras que para el cuadro local era más que satisfactorio teniendo en cuenta el desarrollo del primer acto.
La fiesta vino después. Las correcciones técnicas aplicadas por el seleccionador durante el descanso surtieron el efecto esperado y al volver de la caseta hubo un giro en el guión. Tras retomarse el juego, Borja Mayoral se la dejaba a Córdoba en la frontal para que el bilbaíno, recién entrado al nuevo césped del Estadio Municipal Cartagonova, rematase un balón que entraba pegado al poste, donde no llegaba el cancerbero visitante. Sólo dos minutos después Dani Ceballos, el hombre del partido, firmaba el segundo tanto de su cuenta personal. Él se lo guisó y él se lo comió. Llegó por el flanco izquierdo, enfrentaba a la defensa eslovaca y con una excepcional ruleta se plantaba en el pico del área para chutar al palo largo. Y la grada, que hacía la ola, empezaba a disfrutar del juego del equipo nacional.
Dani Ceballos, de nuevo, sería el encargado de anotar el cuarto. Batía al guardameta eslovaco, esta vez casi desde el punto de penalti, tras llegar solo con el esférico dentro de la zona visitante. Con ello el andaluz sellaba su primer hat-trick con la zamarra de España y desataba los 'olés' en la grada. La cerrada ovación con la que le despidió el público cartagenero al completo puesto en pie certificó su sublime actuación.
Borja Mayoral redondeó el resultado cuando ya casi terminaba el encuentro al transformar una asistencia al hueco de Lato desde la frontal del área para Córdoba, que encaraba la portería y ponía el pase de la muerte al madrileño, que llegaba por la derecha y sólo tenía que empujarla adentro, con lo que ponía la guinda a la magnífica combinación.
La Selección Española Sub-21 se gustó, y mucho, durante toda esta segunda mitad. A la conclusión del encuentro quedó la sensación de que fueron cinco goles, pero bien podían haber sido más ante una Selección Eslovaca que se desinfló pasado el receso y que acabó rota ante la superioridad local de un combinado que promete grandes logros en la Eurocopa de Italia 2019 de la categoría, campeonato para el que computaba el choque oficial de este martes en el Cartagonova, que formaba parte de la fase clasificatoria.