Molino Derribao celebró este fin de semana la XXIV edición del Festival Nacional de la Canción Española, que cerró el programa de fiestas del barrio. Una edición que sirvió para reivindicar a los grandes cantantes de este género que han pasado por sus tablas, y para la que se reunió a muchos de los ganadores de ediciones anteriores que se han hecho un lugar en el mundo de la canción a nivel nacional, prescindiendo del tradicional concurso. Un hecho que animó al público a acercarse en mayor número que en pasadas ediciones.
Tras un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de los recientes atentados acontecidos en Cataluña, el concejal de Festejos, Juan Pedro Torralba, fue el encargado este año de hacer el pregón, en el que de forma amena alabó “la gran pasión” que ponen los organizadores de este evento de tanto renombre a pesar de que se celebra en un pequeño núcleo urbano. Entre el público estuvieron también la concejal de Turismo, Obdulia Gómez y el concejal de Cultura, David Martínez.
Lola Vega, Rafael José, Inmaculada Paniagua y Ubaldo Valverde fueron los encargados de poner voz en la primera noche, que se inició con una actuación conjunta que contó con el acompañamiento al piano de Fran Rivero. Seguidamente cada uno de los artistas cantó lo mejor de su repertorio ante un público que disfrutó con la entrega de los cantantes.
En la segunda jornada, clausura del festival, se unió al numeroso público asistente la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, que manifestó sobre el escenario su compromiso con este certamen y con su vigésimo quinta edición que se celebrará el año que viene. La representación municipal estuvo también integrada por los concejales que asistieron la noche del viernes, además del concejal de Interior, Francisco Aznar, la concejal Servicios Sociales, Carmen Martín y la concejal de Transparencia, María José Soler.
El cantautor Alejandro Conde fue el plato fuerte de una noche en la que también se pudo escuchar sobre el escenario a Isabel Rico, Marisol Segura y Lorena Guerrero, las tres ganadoras de ediciones anteriores que compartieron escenario en una de las canciones. La noche terminó con una degustación de migas gachas y un castillo de fuegos artificiales.