Pagaban cantidades próximas a los 500 euros por el viaje y eran adoctrinados en la forma de comportarse una vez detenidos en España.
La Policía Nacional ha procedido a la detención de una persona, natural de Argelia, como presunto integrante de una organización criminal dedicada a la introducción ilegal en España de inmigrantes naturales de ese país.
En el año 2016 se produjo un repunte en la llegada de embarcaciones tipo patera a las costas de Cartagena, ascendiendo a un total de treinta y cuatro, coincidiendo principalmente con las calmas marinas determinadas por factores de presión atmosférica. En el presente año son ya siete las interceptaciones con un total de setenta y dos ciudadanos extranjeros en situación irregular.
Los inmigrantes que viajan en este tipo de embarcaciones son captados por organizaciones dedicadas al tráfico de seres humanos en diferentes áreas de Argelia, siéndoles exigidas importantes cantidades de dinero por el viaje, normalmente comprendidas entre los 500 y los 1.000 euros. En la mayoría de los casos los responsables, miembros de organizaciones criminales dedicadas al tráfico ilegal de personas, viajan con los inmigrantes, mezclándose en la embarcación entre los demás ocupantes de la misma, a fin de no ser identificados y en caso de ser devueltos a su país, salir impunes.
Estas personas son encargadas tanto del gobierno de la embarcación como de custodiar y esconder a los inmigrantes en Argelia durante las horas y días previos a la salida, evitando así tanto ser detectados por la Policía argelina y consiguientemente la frustración del viaje programado. Durante ese periodo, como posteriormente durante el viaje, las víctimas son instruidas en la forma en que tienen que comportarse ante la Policía española así como seriamente amenazados de muerte, tanto ellos como sus familias, en caso de que lleguen a colaborar con las autoridades españolas.
El pasado día 13-04-2017, coincidiendo con la celebración de la Semana Santa, se produjo la llegada de cuatro embarcaciones, las cuales fueron localizadas e interceptadas en las proximidades de Cabo de Palos, ocupadas por un total de cuarenta y un ciudadanos argelinos, todos ellos en aparente buen estado de salud.
Ante la llegada de estas cuatro embarcaciones, y como es norma habitual, por parte de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Cartagena, se inició investigación encaminada a la plena identificación de los responsables y organizadores del viaje.
Fruto de la misma se pudo determinar la playa exacta de salida de la embarcación, ubicada en las proximidades de Mostaghanem, y ruta utilizada, además de identificarse al organizador, "paterista" y principal responsable.
El detenido de 33 años y nacionalidad argelina, además de cobrar a los inmigrantes las cantidades pactadas antes de iniciar el viaje, indicaba los puestos que debían ocupar cada integrante, así como instrucciones sobre cómo debían comportarse si el estado de la mar empeoraba o qué debían decir si eran interceptados por las Autoridades Españolas. Al ser interceptada la embarcación que gobernaba, el detenido apagó el motor y abandonó el puesto de patrón, camuflándose entre los demás integrantes.
Mención especial merece el alto nivel de riesgo de los sistemas caseros de alimentación de combustible utilizados, consistentes en conectar mediante una manguera el depósito de combustible, el cual debe ser estanco, con bidones de gasolina, ideado por la organización del viaje, para de esta forma realizar las menores paradas posibles del motor.
El motor que portaban las embarcaciones de apenas 30cv, tienen una autonomía relativamente baja para el destino que se pretende alcanzar (120 millas náuticas). Este tipo de motores se comercializa con un depósito de combustible estanco que impide el contacto del contenido, altamente inflamable, con el bloque motor, toda vez que la combustión se realiza por chispa de la bujía.
Las pateras eran embarcaciones de fibra, de unos cuatro o cinco o metros de eslora, usualmente utilizadas para recreo, y habilitadas exclusivamente para navegación en distancias próximas a la costa, con una capacidad máxima de entre cinco y seis personas, careciendo todas ellas de las más mínimas medidas de seguridad como chalecos salvavidas, bengalas, aparatos de radiocomunicación o botiquín.
La considerable distancia existente entre las costas españolas y argelinas y las en ocasiones peligrosas condiciones del mar, además de los medios utilizados, ponen en serio y grave peligro la vida de los inmigrantes traficados. Estos últimos en muchas ocasiones no saben siquiera nadar al ser oriundos de zonas interiores y rurales de Argelia, no siéndoles proporcionados ningún tipo de material de seguridad o chaleco salvavidas alguno.
El detenido, junto con las diligencias tramitadas, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción Uno de Cartagena que dispuso su ingreso en prisión. En caso de condena, y una vez cumplida, el detenido será expulsado de nuestro país, como ya lo fue en otras dos ocasiones anteriores en las que llegó camuflado en otras pateras a las costas españolas.
La investigación ha sido realizada la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Cartagena.