- "Si tal y como afirma el AMPA del colegio, esta quema tiene todas las autorizaciones correspondientes es evidente que algo no funciona cuando los niños tienen que acudir con mascarillas al colegio, y no pueden salir al patio por la humareda que se produce", ha advertido el portavoz de Ciudadanos en Cartagena, Manuel Padín
- Ciudadanos estudia proponer un nuevo modelo de autorización de quemas que recoja un código de buenas prácticas, un proyecto para colocar contenedores en ciertos lugares estratégicos para almacenar los restos agrícolas, evitar la quema y estudiar algún tipo de gestión y tratamiento para reciclar estos materiales para rentabilizar su uso"
Según la información publicada hoy por el diario La Verdad, la Asociación de Padres y Madres del colegio Puig Campillo, en Isla Plana, ha presentado varias quejas a la Dirección General de Medio Ambiente por la quema de rastrojos que se realizan en fincas de La Azohía. Este humo llega hasta el colegio obligando a los profesores a cerrar las ventanas, impide en algunas ocasiones que los niños puedan salir al patio, y ha provocado incluso la cancelación de clases de Educación Física.
Algunos padres han llegado a comprar mascarillas para sus hijos, según informa la prensa regional. Según el portavoz de Ciudadanos en Cartagena, Manuel Padín, "este tema nos preocupa mucho, y ya hemos movilizado todos nuestro recursos para poner remedio a esta situación". "Sabemos que es algo que ocurre todos los años, sin que el Ayuntamiento o la Dirección General de Medio Ambiente hayan hecho nada por evitarlo, y entiendo que los padres y madres del colegio Puig Campillo y los vecinos afectados estén hartos", ha explicado Manuel Padín.
Ciudadanos va a pedir explicaciones a la Dirección General de Medio Ambiente, y ya ha solicitado información sobre este incidente al Ayuntamiento de Cartagena, "no podemos permanecer al margen, y ya estamos estudiando la posibilidad de solicitar, como se ha hecho en Cieza, un nuevo modelo de autorización de quemas que recoja un código de buenas prácticas, es decir, protocolizar con más información y control la concesión de los permisos de quema y por otra parte, proponer un proyecto para colocar contenedores en ciertos lugares para almacenar los restos agrícolas y así evitar las quemas y estudiar algún tipo de gestión y tratamiento para reciclar estos materiales para rentabilizar su uso".
Si tal y como afirma el AMPA del colegio, esta quema tiene la autorización correspondiente es evidente que algo no funciona cuando los niños tienen que acudir con mascarillas al colegio, y no pueden salir al patio por la humareda que se produce". Creemos que el Ayuntamiento tiene mucho que decir aquí para, por ejemplo, promover y coordinar con la Dirección General de Medio Ambiente la confección de un plan específico de prevención y protección de la población expuesta en casos como éste".
Manuel Padín justifica su iniciativa asegurando que las quemas agrícolas "deben controlarse al máximo, y debemos dar las herramientas a las empresas del sector para que puedan deshacerse de los restos sin que esto suponga un problema para la población cercana".