El centro comercial Espacio Mediterráneo ha incrementado hoy su superficie verde gracias al jardín vertical que han diseñado y construido estudiantes de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Media decena de modelos de jardín están colgados desde hoy en su entrada principal para que los visitantes pueden valorarlos de cara a la elección de la opción definitiva.
La iniciativa forma parte del Plan de Gestión Medioambiental de Espacio Mediterráneo en que colabora la UPCT, cuyos estudiantes de la Escuela de Agrónomos ya crearon y plantaron un jardín de especies autóctonas frente al que ahora se han colgado los diseños realizados por alumnos de la Escuela de Arquitectura y Edificación.
“La jardinería vertical es una alternativa de valor añadido cuando no hay más superficie donde plantar”, explica el profesor de la asignatura Paisaje Natural y Urbano Jesús Ochoa, quien sopesa con el centro comercial otras propuestas de ‘naturación urbana’ como los huertos urbanos o los tejados verdes.
“Tendremos en cuenta la opinión de los clientes a través de las redes sociales y la sostenibilidad de cada uno de los modelos para elegir el que se utilice para cubrir toda la pared”, comenta Pepa Egea, directora de Markéting de Espacio Mediterráneo, un centro “comprometido con el medio ambiente”, asegura.
El equipo de estudiantes del modelo ganador será premiado con 400 euros, mientras que los grupos que resulten en segundo y tercer lugar recibirán 200 euros. Los alumnos han realizado sus diseños con distintos materiales reciclables y han elegido también las especies de flora, adaptadas a las condiciones climática y la orientación de la pared. “Para nosotros es muy importante, porque por primera vez hemos construido nuestros diseños, no se han quedado solamente en una idea”, resalta una alumna. “Los paneles son un ejemplo de que con materiales muy baratos se pueden hacer cosas muy bonitas”, añade un compañero.
Los jardines verticales, que se riegan por goteo, tienen un coste aproximado de entre 300 y 400 euros por metro cuadrado, estima Ochoa, quien ya ha probado en la propia Politécnica la utilidad de los jardines verticales para purificar aire de las oficinas.