El cartagenero Andrés Lledó comenzará su próximo reto este viernes, 24 de febrero, cuando dará comiendo la ICE Ultra, una carrera por etapas a través de 230 kilómetros en la Laponia Sueca, declarada patrimonio mundial de la UNESCO.
Lledó afrontará este nuevo reto deportivo dividido en cinco etapas, tras completar en 2016 el reto 'El Sendero de los Conquistadores', de la mano de su patrocinador, la empresa Jimbofresh, y del Ayuntamiento de Cartagena, que a través de la Concejalía de Deportes colabora con el deportista cartagenero.
Así, durante la carrera, los participantes recorrerán bosques de pinos acompañados por lagos congelados y montañas cubiertas de nieve en la Laponia Sueca, en el Círculo Polar Ártico, que constituye la última tierra salvaje de Europa y el corazón del único pueblo indígena del continente, el pueblo Samí. En este escenario discurre la ICE Ultra, una carrera multietapas en autosuficiencia de equipo y alimentación que se disputa en la comarca sueca de Jokkmokk. Esta comarca abarca una superficie de 19.477 kilómetros cuadrados, ocupando casi el doble que la Región de Murcia, con una población de sólo 5.060 habitantes.
Las gélidas temperaturas que se esperan durante la carrera serán de entre -5º y -20º durante el día y de entre -10º y -30º durante la noche, de modo que la congelación de manos y piernas será el mayor riesgo al que se enfrentará Lledó, que deberá hacer gran parte del recorrido usando raquetas en los pies para atravesar las amplias zonas de nieve blanda que le esperan en el recorrido. Durante la carrera, los Atletas convivirán con la fauna local, donde destacan los populares renos, pero también osos, lobos y linces.
Además, los corredores pasarán largos períodos de tiempo en la oscuridad, siguiendo una ruta marcada por la linterna de cabeza. Al ser una carrera en autosuficiencia, cada corredor deberá cargar con todo el equipamiento de seguridad, utensilios y comida que podrá usar durante las cinco etapas de la carrera, así como con un mínimo de 1,5 litros de agua. La organización establecerá puntos de control a lo largo del recorrido donde únicamente se proporcionará agua a los corredores.
A su vez, los atletas podrán reponer fuerzas cada noche en un improvisado campamento compuesto de hogueras para entrar en calor y chozas tradicionales de los pueblos indígenas de la zona destinada a descansar.