La concejalía de Educación ha sacado a contratación el servicio de comedor de las Escuelas Infantiles para los próximos cuatro años. El pliego del nuevo contrato, que dará servicio a los centros municipales que reciben a menores de entre cero y tres años, recoge diversos requisitos para garantizar una alimentación completa y saludable para los pequeños.
Así, el servicio contempla desayuno y comida, así como alumnos en periodo de lactancia. Los menús deberán estar adaptados a la temporada, incluyendo las cantidades recomendadas de fruta fresca y legumbres para esta etapa del desarrollo de los niños y niñas, basándose en la dieta mediterránea.
Además, se tendrá en cuenta el uso de productos de proximidad, el diseño de platos con ingredientes naturales y la exclusión de colorantes y conservantes, evitando, asimismo, los zumos procesados e industriales.
Por otra parte, para lactantes, se debe incluir en el servicio leche adaptada a cada edad y, para los pequeños de entre 6 y 12 meses, purés básicos con productos naturales.
El contrato, que contará con un presupuesto de 2.463.912 euros, se podrá disolver tras el primer año. A su vez, tras el periodo de cuatro años, podrá ser prorrogado.
“El nuevo contrato del servicio de comedor de las escuelas infantiles municipales garantizará que nuestros pequeños sigan una dieta equilibrada y sana, adaptada a sus necesidades y a su crecimiento”, ha valorado la concejala de Educación, Irene Ruiz.
“En edades tempranas, una alimentación sana es crucial para el correcto desarrollo de los niños, así que la Concejalía de Educación ha puesto especial atención en el pliego de este contrato para que se cumpla este requisito, al igual que tendrá valor el uso de productos de proximidad, que contribuirán a reducir la huella de carbono y apostar por productos de nuestra tierra, colaborando a incentivar la economía local”, has subrayado.
INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS
El pliego también contempla menús especiales para los alumnos que presenten problemas alimentarios, ya sean de carácter temporal o permanente.
De este modo, la empresa deberá plantear menús alternativos para cubrir las necesidades de los menores en diversas circunstancias, como alergias, intolerancias y motivos religiosos o culturales.