La pandemia producida por el Covid-19 no sólo está ocasionando una crisis sanitaria, sino que el Fondo Monetario Internacional considera este virus una amenaza para la estabilidad financiera, con la previsión de un gran impacto económico a nivel mundial.
David Martínez, vicario de la zona pastoral del Campo de Cartagena-Mar Menor, alerta sobre el incremento de familias que necesitan el apoyo de Cáritas para conseguir alimentos. "Ya empiezan a hacerse visibles los daños", afirma el vicario, en referencia a la crisis económica que se prevé que haya como resultado de la expansión del coronavirus. Las Cáritas parroquiales de esta zona pastoral siguen trabajando y siendo "signo de solidaridad y compromiso de la Iglesia con los más desfavorecidos", recibiendo las llamadas telefónicas de personas que llevan un mes sin trabajar y "se han quedado sin recursos, porque tenían lo justo para salir adelante". Ante esta nueva situación laboral y económica, estas familias están siendo derivadas desde Servicios Sociales para que Cáritas las apoye.
Para poder atender las necesidades de los más vulnerables, y siguiendo las medidas de seguridad establecidas, las diferentes Cáritas parroquiales siguen dando asistencia, como es el caso de la de Santiago de la Ribera, en la que se reparten vales para hacer la compra en supermercados. Además, los economatos de Fuente Álamo y Torre Pacheco siguen en funcionamiento, allí las familias necesitadas pueden conseguir los productos necesarios de alimentación e higiene "por muy poco dinero". En Torre Pacheco también se ha abierto el Hogar del Transeúnte para acoger a personas sin hogar, con diez plazas. También, desde la diócesis de Cartagena se han puesto a disposición de las autoridades públicas algunos espacios de esta vicaría como la casa de espiritualidad Jesús Redentor de Santiago de la Ribera o la casa del Seminario en Los Urrutias.