El Ayuntamiento de Cartagena se ha unido este miércoles 20 de junio a los actos conmemorativos con motivo del Día Internacional del Refugiado con el objetivo de mostrar apoyo y respaldo a las personas que se ven obligadas a dejar su hogar por motivos de guerra, terrorismo o cualquier otra causa.
La alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, ha sido la encargada de dar comienzo a la lectura de este manifiesto; seguida por Yenni Sánchez, una mujer migrante procedente de Venezuela de la Fundación Cepaim; y David Barqueros, de la Fundación Fisat.
La alcaldesa ha señalado que la ONU estima que a lo largo de 2018, 136 millones de personas de 26 países serán refugiadas y que tendrán que salir por causas de persecución, crisis climática o cualquier tipo de violencia generalizada.
Asimismo, ha recordado que son seres humanos que deben ser protegidos por la Comunidad Internacional tal y como recoge la Convención de 1951 sobre el Estatuto de Refugiados.
La alcaldesa ha recordado que todos somos hijos, nietos y bisnietos de inmigrantes, y por ello, ha afirmado, debemos comprometernos solidariamente con esta transformación, “ya que está demostrado que la sociedad siempre va un paso por delante de las políticas”.
Castejón ha destacado que Europa, España y Cartagena son algunos de los lugares desde los que debe brotar la protección a los refugiados, y donde ejercer el simple derecho a vivir.
La regidora ha señalado que hoy, 20 de junio se conmemora el Día Internacional del Refugiado, y ha recordado que conmemorar no significa celebrar.
La alcaldesa ha señalado que no hay nada que celebrar y ha recordado que el estatuto del refugiado es la máxima expresión de una necesidad vital que nos obliga a intervenir y a mirar de frente a esos millones de seres humanos.
Por su parte, Yenni Sánchez ha recordado en su intervención a Aylan Kurdi, el niño sirio ahogado en Turquía cuando intentaba cruzar a Grecia con su familia; a Layla, una niña etíope desplazada por la sequía que tiene que recorrer cada mañana 15 kilómetros para traer agua; y a la población rohingya, que vive en refugios de bambú y lonas de plástico resistiendo las lluvias y vientos del clima monzónico.
También ha recordado a las mujeres violadas por la facción enemiga; a las mujeres y niñas víctimas de la trata de personas; y a los niños reclutados como soldados, que se ven obligados a asesinar a sus propias familias para después convertirse en máquinas de matar.
Asimismo, ha denunciado el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para evitar que miles de refugiados alcanzaran las costas europeas a cambio de 3.000 millones de euros al año, creando un estado de alarma social y amenaza por el efecto llamada de los refugiados.
Finalmente, David Barqueros ha pedido que se intervenga en el sistema educativo para favorecer al alumnado ante los procesos migratorios; que se informe de forma justa, digna y respetuosa; que los partidos dejen de utilizar de una manera demagógica el grave problema de la inmigración; y que se alcance un acuerdo de Estados que obligue a los gobiernos a cumplir sin condiciones ni dilaciones alcanzados por loa comunidad internacional.
Asimismo, Barqueros ha clamado por que se adopte la perspectiva de género en la consideración del estatus de refugiada; que se desarrollen compromisos políticos y económicos para intervenir de modo justo en los países donde se originan estos procesos migratorios; y desarrollar protocolos de trabajo y de coordinación efectivo y directo entre Administración Central, Comunidad Autónoma y Ayuntamientos sobre programas y planes de acogida e integración a refugiados.