Tras el impacto generado por el anuncio de MC Murcia, Movimiento Ciudadano (MC) de Cartagena desea aclarar que esta iniciativa no era más que una sátira política, fruto de un 28 de diciembre, Día de los Inocentes, diseñada para poner de manifiesto las profundas contradicciones y el modelo fallido del ‘régimen de San Esteban’. Nuestra intención era evidenciar cómo la centralización desmedida está asfixiando el progreso y reduciendo las oportunidades de la Región de Murcia en su conjunto.
Creemos que el actual modelo autonómico, que concentra todos los recursos, instituciones y decisiones en una sola ciudad, no solo margina al resto de los territorios, sino que también hace más pequeña a la Región. Centralizar no es sinónimo de crecer, sino de limitar el potencial de municipios que tienen mucho que aportar, como Cartagena, Lorca, Caravaca o Águilas.
El llamado ‘régimen de San Esteban’ ha demostrado ser un sistema anacrónico y excluyente. El constante desmantelamiento de instituciones en Cartagena, el olvido sistemático de las necesidades de los municipios costeros y el desprecio por las zonas rurales no son casualidades, sino el resultado de un modelo que confunde centralización con eficiencia y que ha fracasado en su propósito de construir una Región cohesionada.
Así, con la propuesta ficticia de trasladar la Autoridad Portuaria a Murcia, el Teatro Romano al centro de la capital y eliminar la identidad de Cartagena, buscábamos demostrar el sinsentido de este modelo. La Región de Murcia no necesita más centralización; necesita una estructura equitativa, justa y descentralizada que permita a todos sus municipios desarrollarse por igual.
La realidad que queríamos evidenciar eran un puerto de Cartagena que ya no beneficia a Cartagena, ya que sus beneficios económicos y logísticos se han desviado durante décadas hacia la capital, dejando a los cartageneros con promesas vacías y proyectos inconclusos. También un transporte ferroviario insuficiente, donde mientras Murcia celebra supuestos avances en infraestructuras, Cartagena sigue siendo un punto débil, con conexiones precarias que limitan su desarrollo. Y, finalmente, un turismo infrautilizado, en el que cuando el resto de Europa invierte en promover su historia, aquí preferimos ignorar 3.000 años de historia en favor de centralizar proyectos culturales en la capital.
Desde MC defendemos un modelo diferente. Uno que reconozca y aproveche las fortalezas de cada municipio, construyendo una Región equilibrada y próspera. La descentralización no es solo una opción, sino una necesidad para construir un futuro más inclusivo y dinámico.
Dentro de esta descentralización, la biprovincialidad y la comarcalización de la Región son objetivos irrenunciables. Solo mediante una administración que se acerque realmente a los ciudadanos, que descentralice el poder y reconozca las peculiaridades de cada territorio, conseguiremos una Región más grande, más fuerte y más unida.
En definitiva, el comunicado de este 28 de diciembre era, en realidad, una advertencia: si seguimos permitiendo que se lleven todo de Cartagena, pronto no quedará nada. Nuestro objetivo no es solo denunciar, sino también movilizar a los ciudadanos para exigir un cambio estructural que beneficie a toda la Región de Murcia.
Porque la Región no se hace grande concentrando el poder en un solo lugar, sino distribuyendo oportunidades para todos.
Desde MC Cartagena, reafirmamos nuestro compromiso con una Región más justa, equilibrada y descentralizada, con una administración basada en la biprovincialidad y la comarcalización como elementos clave para avanzar hacia una Región de Murcia que crezca en todas las direcciones.