Nuevo contratiempo. La apertura del aparcamiento del Mercado de Santa Florentina sufre el enésimo retraso como consecuencia de unas filtraciones de agua en el sótano que proceden de la planta principal. En concreto, hace unos meses, los técnicos municipales solucionaron las humedades procedentes de tres puestos cercanos a la puerta y a la izquierda de la entrada. Pero aún siguen pendientes otras posteriores en la parte derecha de la plaza de abastos. La gestión de reubicación de los dos puestos que crean el problema demora aún más el parking del semisótano cuyas obras terminaron hace medio año y han costado al Ayuntamiento la friolera de casi medio millón euros, en concreto, 494.155 euros, en dos adjudicaciones distintas.
Los comerciantes aguardan dieciocho años el acondicionamiento de la planta inferior del edificio como garaje. Una infraestructura que resulta clave para la supervivencia de la única plaza de abastos que queda en el municipio. Los vendedores consideran imprescindible la habilitación de la nueva zona de estacionamiento porque sus ventas caen en picado por inferioridad de competencia con las grandes superficies, hipermercados y supermercados cercanos, como Mercadona en la plaza de España, que tienen numerosas plazas para coches y de carácter gratuito.
Esta planta inferior sufrió una primera actuación que concluyó a principio de 2022 con un coste de 215.304 euros. La reforma consistió en la reparación y protección del hormigón del forjado y pórticos de la estructura del sótano, el incremento de la altura para su utilización como garaje, la reparación del intradós de los muros en contacto con el terreno, la instalación de una nueva red de colectores de aguas residuales y de pluviales, la mejora del sistema de evacuación de suelos (calderetas, canaletas de drenaje, entre otros) y una nueva red de saneamiento. Una segunda intervención, que concluyó a principios de este año, ultimó el lugar para su uso definitivo con otra gran inversión de 278.851 euros. En esta ocasión, la empresa adjudicataria ha habilitado cuartos de control de accesos, para la ubicación de las cajas de ventilación del sistema de renovación forzada del aire, para la batería de contadores de agua y depósitos contraincendios.Así como la instalación eléctrica, de ventilación, de detección y alarma de incendio, un sistema de circuito cerrado de televisión, una red interior de agua potable para la alimentación de puntos de baldeo que garanticen la limpieza y mantenimiento y, por último, la delimitación con pintura de las zonas de paso y plazas de aparcamiento.
Otra de las incógnitas radica en el modelo de gestión del parking. El Ayuntamiento ha barajado tres opciones: la concesión de la explotación a una empresa privada, la gestión directa municipal o que esas plazas formen parte de la zona azul de la ORA. La idea inicial pasaba porque una compañía ejecutara la obra del garaje y después comercializara su uso durante veinte años pero ninguna mercantil acudió a la oferta municipal que quedó desierta. Ya que las obras al final han contado de forma única con dinero público la posibilidad de la gestión privada parece descartada.