En la tarde de ayer se ha celebrado la conferencia «El Regimiento de Infantería Vizcaya nº 51 en el Uad-Lau, año 1924», en la que se ha expuesto la vida del Cabo Amate, «Héroe de Chentafa».
El evento ha comenzado con la intervención de Pencho Sevilla, presidente de la asociación Cartagena Siempre, entidad organizadora del acto, quien ha dado la bienvenida a los asistentes destacando que «ésta conferencia es el primero de los actos que se van a realizar en Cartagena por distintas instituciones con motivo del centenario de la hazaña heroica del Cabo Amate».
A continuación, ha tomado la palabra Tomás Martínez Pagán quien ha presentado al ponente, el cual es nieto del Cabo Amate y Comandante de Artillería, destacando su larga trayectoria militar «en la que ha prestado servicio en el Regimiento de Artillería Antiaérea nº73 (situado en Tentegorra) y ha participado en misiones de paz coordinadas por la ONU y por la OTAN».
Seguidamente, ha tomado la palabra Melchor Miguel Amate, para proceder a exponer la historia de su abuelo. Melchor Amate Hernández nació en 1890 en el Estrecho de Fuente Álamo pero pronto vino a vivir a Cartagena. Formó parte del Regimiento de Infantería Vizcaya nº 51 el cual, con motivo de la Guerra de Marruecos, fue destinado en julio de 1924 a la desembocadura del río Uad-Lau.
El Cabo Amate participó en la defensa de la posición de Chentafa (Tetuán), en la vertiente derecha de dicho río, entre los días 14 y 18 de agosto, en donde se produjo su hazaña bélica. Los rifeños sitiaron la posición por lo que no llegaba nada a la misma. Tenían muchos heridos y carecían de agua, comida y suficiente munición. El Cabo Amate se ofreció voluntario para ir al río a por agua en la tarde del día 18. Por la noche fue apresado por el enemigo quien le dijo que si quería salvar su vida debería decir a la guarnición española que llevaba el agua y que, por lo tanto, abrieran las puertas de la posición.
Él les respondió que «sí» a los rifeños y, cuando estuvo en la alambrada de la posición, gritó con voz potente: «mi teniente, no puedo llevarles agua. Estoy en poder del enemigo. Abran fuego». Los soldados españoles reconocieron la voz de Amate y abrieron fuego, el cual causó algunas bajas. Los rifeños le pegaron una gran paliza y estuvo preso hasta 1926 cuando, después del desembarco de Alhucemas, las tropas franco-españolas rescataron a los cautivos.
El Cabo Amate llegó a Cartagena y fue recibido en la estación de tren por el alcalde Alfonso Torres e infinidad de cartageneros, cerrando ese día todos los comercios de la ciudad. Dicho regreso tuvo una gran repercusión en la prensa a nivel nacional.
Por ésta heroica hazaña, el Cabo Amate entró en la Historia de España, siendo distinguido con la Cruz Laureada de San Fernando a título individual, máxima condecoración que se entrega en España por acciones en combate. Falleció en 1983, siendo enterrado en el cementerio de Nuestra Señora de los Remedios.
A la conferencia han asistido el Coronel-Director de la Escuela de Infantería de Marina «General Albacete Fuster» (EIMGAF), Adolfo Morales; el Comisario de la Policía Nacional, Damián Romero; el director de la Escuela de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Cartagena (ESPAC), Manuel Asensio; el afamado historiador del Arma Submarina, Diego Quevedo; el presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Escuela de Aprendices de BAZÁN, José Manuel Marín; el secretario de la Hermandad de Veteranos «España 18», José Fernández; el historiador de la Orden de Santa de María de España, Jacobo Sanjurjo; el tesorero del Casino de Cartagena, Antonio Agüera; el escultor Fernando Sáenz de Elorrieta; y la novelista Lola Gutiérrez; entre otros.
El evento, realizado en el Casino de Cartagena y que contó con la presencia de más de medio centenar de personas, ha finalizado con un breve coloquio donde se ha recordado la próxima inauguración que se va a realizar de la plaza «Cabo Amate: Héroe de Chentafa», el 12 de junio, junto al Estadio Municipal Cartagonova, y la exposición que se inaugurará en octubre en el Museo Histórico Militar sobre su vida.