DECEPCIÓN DE LOS COLECTIVOS A FAVOR DE LA MOVILIDAD SOSTENIBLE ACTIVA POR LA FALTA DE RESPUESTA DE LA ALCALDESA Y DE LOS RESPONSABLES DE INFRAESTRUCTURAS Y SEGURIDAD CIUDADANA.
Tras esperar más de dos semanas desde el envío a los responsables de las áreas mencionadas de la necesidad de realizar reuniones de trabajo, para abordar de una manera eficaz las actuaciones más urgentes en materia de movilidad; no ha habido respuesta de ninguno de los interpelados.
“La pequeña luz de esperanza que se encendió tras la convocatoria, el pasado 16 de noviembre, de la Mesa de la Movilidad ha durado poco. Como en tantas ocasiones anteriores, este órgano participativo es unidireccional e inoperante. Antes de la reunión teníamos muchas expectativas, pero una vez finalizada, volvemos a la misma dinámica de actuaciones puntuales de las distintas áreas implicadas, que en muchas ocasiones se contradicen entre sí”, indica Fernando Tonda Mena del Colectivo Ciudadano MoviliCT por Tu Salud.
“Las reuniones de la Mesa, hasta el momento, para lo único que han servido es para que desde el consistorio nos expongan los planes que han redactado y que deberían estar ejecutados o más avanzados en su desarrollo. Pero nos enfrentamos a una realidad muy diferente. Hace más de dos años que se aprobó el PMUSA (“CartaGo!” para la corporación municipal) y apenas se nota la incidencia positiva en la movilidad de nuestra ciudad. La razón hay que buscarla en la falta de su aplicación. Prácticamente las únicas medidas adoptadas tienen que ver con la colocación de puntos de carga eléctrica para vehículos (que no reduce el número de automóviles en la ciudad) y con la colocación de un sistema de monitorización del tráfico, que no sirve para reducir el mismo”, comenta Eduardo Lucas Muñiz de la asociación Bicue.
“Algo parecido ocurre con la ordenanza de Zona de Bajas Emisiones, ZBE, aprobada y publicada en el BORM, el abril pasado. Al crear dos áreas de bajas emisiones, el gobierno municipal se ha relajado. Hay que recordarle al consistorio que la Zona 1, que se corresponde con el casco antiguo lleva 17 años funcionando, desde que se comenzó a peatonalizar muy acertadamente, el centro histórico y que, desde entonces, apenas se ha producido cambio alguno. Sin embargo, la zona 2, ubicada en el Ensanche, sigue esperando que se pongan en funcionamiento las supermanzanas, cosa que al parecer va para largo, porque de momento, según los técnicos municipales, se están tomando datos de las emisiones de gases contaminantes. Dichos datos no son públicos, se encuentran en la “nube” y no se sabe que se va a hacer con ellos. Además, se nos ha hecho poco caso a los colectivos ya que pedíamos que esa zona del Ensanche abarcara hasta Jorge Juan y la han dejado hasta la Avda. Reina Victoria lo que demuestra la poca ambición del gobierno local en la defensa de una ciudad más saludable para las cartageneras y los cartageneros, aclara José Ángel Vivancos Román de la Asociación Vía Libre.
“Nuestra preocupación se debe únicamente a nuestro deseo de conseguir hacer de Cartagena, una ciudad amable, limpia, saludable y accesible. Para ello, es necesario que se desarrollen totalmente los planes que se aprueban desde el consistorio y que se tengan en cuenta las aportaciones de los ciudadanos y ciudadanas que día a día, recorremos la ciudad andando, en transporte público y en bicicleta. Actuar de forma teórica lleva a que los objetivos no se cumplan y a que el dinero de los contribuyentes o de los fondos europeos no se gaste de la forma adecuada” dice Paula Valdivieso Ferrándiz de Madres por el Clima.