Investigadores de la UPCT han desarrollado una mano robótica biomimética y un algoritmo que permite darle órdenes, tratar y recibir la información de los sensores imitando la forma en que lo hace el cerebro humano. Estos resultados forman parte de los trabajos realizados en la tesis doctoral de Francisco García Córdova, en la actualidad profesor del departamento de Ingeniería Térmica y Fluidos de la UPCT.
El algoritmo desarrollado es mucho más sencillo que los usados en la actualidad por robots, incluso los que utilizan Inteligencia Artificial, lo que abre una puerta a futuros desarrollos.
García “maneja las variables de forma menos compleja, más rápida y más suave”, explica el codirector de la tesis, Toribio Fernández Otero, investigador principal del grupo Electro-Quimio-Biomimetismo Experimental y Modelado.
Durante la tesis doctoral, García ha conseguido que esa mano robotizada reproduzca los movimientos de agarre de un ser humano mejor que lo hacen los robots actuales.
Las aplicaciones se pueden trasladar a diversos campos. Entre ellos, desarrollar dispositivos para medicina, como por ejemplo, hacer una sonda que se pueda ir doblando mientras va pasando por una arteria y de forma más precisa. También se puede aplicar en robótica y en sistemas de control de tecnología marina.
“El músculo que hemos desarrollado en los laboratorios de Electroquímica de la UPCT es una adaptación tan natural que con el algoritmo que hemos desarrollado tiene las mismas características actuadoras y sensoras que los músculos humanos, por lo que es capaz de sentir frío o calor, fatiga o sentir el peso, por ejemplo”, agrega el profesor García.
Los investigadores han trabajado con músculos pequeñitos, entre unos pocos milímetros hasta dos centímetros de longitud, capaz de coger el objeto de forma estable y saber el peso..
García Córdova ha desarrollado algoritmos para diferentes tipos de dispositivos electromecánicos.
La tesis doctoral, titulada “Bio-inspired neural control algorithms for applications in biomimetic robotics’, defendida recientemente, ha recibido la máxima calificación: Sobresaliente Cum Laude. Está dirigida por Antonio Guerrero y Toribio Fernández.