El Ayuntamiento inicia la recuperación de la cortina sur del fuerte de Despeñaperros de Cartagena. Los trabajos comenzaron en mayo con la retirada de vegetación de este área que queda junto al lateral de Antiguones.
"El patrimonio histórico de Cartagena es prácticamente inabarcable y el principal esfuerzo del gobierno que lidera la alcaldesa Noelia Arroyo es atenderlo en toda su dimensión. La restauración de esta fortaleza será estructural y alcanzará el lienzo de la muralla por un lado. Además de reconstruir otra parte de la ladera sur con las piezas desprendidas hasta la altura del cordón. Por primera vez estamos hablando de destinar una inversión importante para esta fortaleza", ha explicado el concejal Patrimonio, Pablo Braqueháis.
Para realizar las tareas de conservación se está instalando un andamio de grandes dimensiones. Estas obras son un paso más en la ejecución del Plan Director que redactó Huma Arquitectos para el Ayuntamiento, y que permitirá la recuperación integral del fuerte. Esta nueva fase contempla restaurar los muros de la zona sur, conservados frente a la fachada lateral del antiguo Cuartel de Antiguones, actual campus de la UPCT. Están parcialmente derrumbados por el paso del tiempo y por la erosión.
Además, se va a hacer la limpieza de la plataforma artillera y la consolidación de todo el paramento original. Se hará la reposición volumétrica de las zonas faltantes, así como la reposición del tramo de paramento derruido hasta el cordón.
FUERTE DESPEÑAPERROS
El fuerte caballero Despeñaperros es una fortificación abaluartada, cuyo nombre viene marcado por el cerro sobre el que se asienta. El conocido como cerro Despeñaperros es una de las cinco colinas sobre las que el general cartaginés Asdrúbal el Bello fundó en el 227 a. C. el recinto urbano de Qart Hadasht.
Su interés como fortaleza, proviene de su ubicación privilegiada en la defensa de la ciudad, creada con el objetivo de cubrir los frentes, conocidos históricamente como frente Este o del Batel, del Hospital Militar, las Puertas de San José, Almarjal y Castillo de Moros. Su construcción, es única por su singularidad constructiva; donde se combina el sistema abaluartado propio del siglo XVIII, con los muros rítmicos aspillerados, propios del siglo XIX. Es ésta singularidad, la que marca su interés constructivo militar.