Como marca la tradición cada Lunes Santo, se ha realizado el acto simbólico entre el vicepresidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Pedro Pablo Hernández, y el presidente de la Agrupación, Manuel Hernández Aguado.
Como marca la tradición cada Lunes Santo, el vicepresidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Pedro Pablo Hernández, ha entregado la llave de la puerta monumental de la Pescadería al presidente de la Agrupación Marraja Nuestro Padre Jesús Nazareno, Manuel Hernández Aguado, para la salida en la madrugada del Viernes Santo del trono del Jesús Nazareno hacia su Encuentro con la Pequeñica, en la Plaza del Lago.
En el acto, donde también han estado el Hermano Mayor de la Cofradía Marraja, Francisco Pagán, el director de la APC, Fernando Muñoz, y el jefe de Recursos Humanos, Alfredo Fresneda, Pedro Pablo Hernández ha resaltado que "para nosotros es un honor ser partícipes de que una de las procesiones más importantes de Cartagena se inicie en el puerto y transcurra por las calles del barrio más marinero de toda la ciudad, Santa Lucía. Afianza aún más si cabe, la implicación del Puerto con la Semana Santa de Cartagena".
Y es que la Semana Santa no puede entenderse sin nuestro padre Jesús Nazareno, y la Agrupación Marraja Nuestro Padre Jesús Nazareno no puede entenderse sin la Cofradía de Pescadores, hogar de nuestro padre y punto de partido cada madrugada del Viernes Santo de la salida del trono de Jesús Nazareno. Unos preparativos donde la Autoridad Portuaria y sus empleados colaboran desde hace más de 40 años.
La puerta monumental de la Pescadería, fabricada en los talleres de la desaparecida empresa Tamar, se colocó en marzo del año 2.000 con el propósito de evitar que el tercio marrajo tuviera que girar tres veces antes de poner rumbo a Santa Lucía, y es tradición desde entonces que se abra una sola vez al año, para que pase Jesús Nazareno. La Autoridad Portuaria custodia durante todo el año las llaves de esta magnífica puerta, y unos días antes del Viernes Santo, se celebra este acto por el que las llaves quedan en poder del tercio de Jesús Nazareno hasta finalizar la Semana Santa.