En un acto solemne, celebrado en el Nuevo teatro Circo de Cartagena, el guitarrista flamenco Antonio Piñana Calderón, ha recibido el título de Hijo Predilecto de Cartagena. La alcaldesa, Noelia Arroyo, ha sido la encargada de elogiar la figura de este componente de una saga familiar del flamenco y de los cantes levantinos y entregarle el pergamino que acredita su distinción, así como una reproducción en oro del escudo de la ciudad.
En su introducción al acto, la alcaldesa ha hecho una semblanza del homenajeado, recordando anécdotas con grandes del flamenco a los que ha conocido a lo largo de su vida, como Paco de Lucía o Camarón, desde sus inicios a los 14 años, “cuando se tomó en serio el camino del toque, y lo hizo como autodidacta”.
También ha destacado Noelia Arroyo su paso por el tablado madrileño de Torres Bermejas, donde “compartió música y madrugadas con los más grandes del flamenco: Camarón, Pepe Marchena, Pericón de Cádiz, Canalejas de Puerto Real … los mejores cantaores, guitarristas y bailarines de España”.
Finalmente, su regreso a casa, a Cartagena, “prácticamente, por prescripción médica, pero volvió con esas grandes amistades hechas y con un enorme conocimiento flamenco”, afirmaba la alcaldesa, recordando que ahora le toca enseñar su arte a aficionados y nuevos músicos, y ver como la saga, siguiendo la estela de su padre, continúa en sus hijos y nietos.
Toda una vida de talento y dedicación que “ha marcado para la historia una parte de la cultura española tan característica como el flamenco”, y que hoy se ha visto recompensada por su ciudad con la entrega, de manos de la alcaldesa, del título de Hijo Predilecto de Cartagena.
Visiblemente emocionado, Antonio Piñana ha dado las gracias al Ayuntamiento de Cartagena y a las numerosas entidades y personas que se sumaron a la iniciativa, de la portavoz de Unidas Podemos Izquierda Unida Equo, Aurelia García, que promovió su concesión, en atención a su extraordinaria relevancia pública y a los honores que ha dispensado a Cartagena durante su dilatada carrera musical, constituyendo uno de los puntales de la saga familiar que recuperó, prestigió y ha mantenido vivos los cantes de nuestra tierra.
El homenajeado, que en sus palabras ha resaltado su “cartagenerismo y amor a esta ciudad” en la que han nacido también sus hijos, aseguraba estar centrando en enseñar a su nieto de 13 años, Rafa, “un guitarrista excepcional que garantiza la continuidad de la saga Piñana”.
Tras el acto protocolario se ha proyectado un documental sobre Antonio Piñana y su familia, al que ha seguido para finalizar la actuación del homenajeado junto a su hijo Curro y su nieto Rafa.
Numeroso público, entre ellos familiares y amigos, se ha unido al acto de reconocimiento que le ha dispensado el Ayuntamiento de Cartagena, otorgándole la máxima distinción que puede concederse a los nacidos en el municipio.
Antonio Piñana Calderón (Cartagena, 1940), comenzó de muy niño cantando flamenco que aprendió de su padre, el maestro del cante y la guitarra Antonio Piñana Segado, quien recibió a partir de 1952 el legado de muchos de los cantes olvidados de Cartagena y La Unión merced a las enseñanzas de Antonio Grau Dauset, hijo del mítico Rojo el Alpargatero, considerado uno de los grandes artífices de este patrimonio que comenzó a cristalizar en las últimas décadas del siglo XIX.
Más tarde se inclinó por la guitarra, acompañando a cantaores de la tierra, entre los que se encontraba su padre, en espectáculos que recorrerán la comarca. Antonio impartirá clases de guitarra al tiempo que continua con las actuaciones recorriendo el país con un espectáculo llamado `Los Joselitos de España´.
Fue nombrado guitarrista oficial del Festival del Cante de las Minas desde su primera edición celebrada en 1961, festival que con el paso del tiempo ha adquirido categoría internacional y que fue concebido para reivindicar nuestros cantes. La Lámpara Minera, máximo galardón del certamen, la obtuvo precisamente su padre en aquella inaugural ocasión. Piñana padre pasaría a formar parte activa de la organización, difundiendo entre artistas jóvenes y figuras ya consagradas el conocimiento de diversas modalidades de tarantas, cartageneras, mineras, sanatonera, fandango y verdial minero, levantica, malagueña cartagenera, cante del trovo, etc.
Como apoyo a esta labor de divulgación realizan padre e hijo diversas grabaciones discográficas hasta componer la Antología de los cantes minero-levantinos. Por toda esta obra la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera le concedió a Antonio Piñana Segado el Premio Nacional de flamenco en su modalidad de enseñanza y la `Orden Jonda´.
Nuestro protagonista fraguará como un gran especialista en el toque por tarantas y en el resto de estilos andaluces, acompañando a grandes como Fosforito, Jacinto Almadén, Enrique Morente o Canalejas de Puerto Real, quien le apodó el exquisito.
Piñana Calderón formará parte entre los años de 1969 a 1972 del elenco de Torres Bermejas, uno de los mejores tablaos de Madrid, junto a primeras figuras del cante, la guitarra o el baile como Camarón de la Isla, Paco Cepero, Manzanita o Mario Maya. Frecuentaba dicho local Paco de Lucía, quien llegó a decir: `Para tocar por Levante, Antonio Piñana´. Ha grabado discos, algunos de ellos como guitarrista solista, para las compañías La Voz de su Amo, Belter, Hispavox o Fonogram. Esto le permitió acompañar a Sordera de Jerez, Terremoto, Pericón de Cádiz, Los Marismeños, Los Romeros de la Puebla y a sus propios hijos.
Realizó giras internacionales por países como Marruecos o Italia, junto a su hijo Curro. Y en Dinamarca, con un cantaor conmovedor como fue Manolo Romero, el discípulo predilecto de su padre, con quien formó un histórico tándem por espacio de quince años. Un año después de la muerte de su padre, se constituye en 1990 por parte de un nutrido grupo de aficionados la Peña Flamenca y Trovera `Antonio Piñana´, en honor del patriarca de nuestros cantes y patriarca de toda una saga familiar que ha mantenido esta importante herencia en el vuelo de sus voces y las cuerdas de sus guitarras.