El Ayuntamiento de Cartagena está acometiendo desde el pasado mes de julio la limpieza de 26 cauces urbanos de las ramblas del municipio para reducir el riesgo de inundaciones de cara a septiembre, según ha anunciado la alcaldesa, Noelia Arroyo.
“Estamos actuando en la rambla de Benipila, y ya se ha limpiado la de El Algar y un tramo de la rambla de Canteras. Trabajar con previsión es imprescindible y en Cartagena ya tenemos experiencia en estas tareas de prevención de posibles lluvias torrenciales. Por eso sabemos que la puesta a punto de las infraestructuras de desagüe son esenciales”, ha señalado Arroyo.
La alcaldesa destaca que “es un trabajo de muchos meses en campos muy diversos, porque hay que revisar colectores, limpiar imbornales y despejar cauces naturales para que todo el sistema pueda funcionar a plena capacidad”, y recuerda que en los últimos años se han llevado a cabo importantes actuaciones hidráulicas para reducir el riesgo de inundaciones en todo el término municipal.
Los trabajos que se llevan a cabo desde la Concejalía de Infraestructuras consisten en la retirada de restos y residuos en un total de 26 cauces de todo el municipio, para evitar que haya obstáculos y puedan dar lugar a que se desborden en caso de lluvias torrenciales.
En algunos casos, se trata de tareas localizadas en el cruce de estas ramblas con carreteras y caminos muy transitados, que corren el riesgo de quedar cortados por la corriente que puede generar un temporal. Y en otros, las brigadas de limpieza cubren tramos de algunas de las ramblas que más caudal pueden llevar.
Se trata de distintos tramos de las ramblas de La Carrasquilla, El Algar, el cruce con la N-332 El Algar-La Unión, el cruce de El Algar-Los Urrutias, Alumbres, Media Legua, Barranco de Orfeo, el Cobre de Lo Campano hasta Peñarroya; rambla de Benipila, de las Casas de Cándido hasta Navantia; rambla de Canteras, desde el Hospital Naval hasta la carretera RM-332; también en los cruces con las carreteras de La Guía a Pozo los Palos y de Molinos Marfagones a Los Dolores; rambla de El Albujón; Perín; Los Puertos de Santa Bárbara; Los Fuentes, en el cruce con la carretera de Tallante a Perín; Galifa; El Portús, Las Escarihuelas, La Linterna, en el cruce con la RM-E21; Viñas de Santa Ana; La Palma; El Cañar; Vista Alegre; Esparrillar y Valdelentisco.
En total, la actuación municipal incluye 30 localizaciones de 26 ramblas, que suman algo más de 18 kilómetros.
También está previsto revisar más de 8.500 imbornales destinados a canalizar el agua de lluvia hacia las redes subterráneas de evacuación, por parte de la empresa del servicio de aguas. Actuaciones que se extenderán hasta el 20 de septiembre.
Obras hidráulicas
La alcaldesa ha destacado el importante avance que viene dando Cartagena en obras hidráulicas en las últimas décadas, “que nos han permitido acabar con imágenes como la del paseo de Alfonso XIII inundado. Esto ya no sucede gracias a los nuevos sistemas de evacuación de pluviales instalados en la zona”.
Como ejemplos, Arroyo ha destacado el inicio de las obras para la ampliación y el traslado de la Estación de bombeo de la plaza de España a una parcela situada junto al estadio Cartagonova, que dará cobertura a casi 123.000 habitantes del centro y barrios de Cartagena, y que permitirá evacuar el agua de las alcantarillas de toda la ciudad, incluidos barrios, hasta la estación de bombeo de residuales ubicada en la rotonda de Severo Ochoa. La inversión ronda los 4,3 millones de euros.
Obras que se suman a las ya desarrolladas para ampliar la capacidad de drenaje de la carretera regional que une Los Urrutias y Los Belones (RM-F54) en el cruce con la rambla de La Carrasquilla en Los Nietos, o las del recolector de aguas residuales de Santa Ana y la renovación integral de la red de alcantarillado de la Avenida de la Constitución de El Albujón, que han acabado con el riesgo de inundabilidad en estas zonas.
Igualmente, el Ayuntamiento concluyó el pasado mes de junio las obras de construcción del interceptor de pluviales del Llano del Beal, que ayudarán a que las aguas de escorrentía procedentes de la lluvia lleguen directamente a su cauce natural y no pasen por el centro urbano. Una inversión de 300.000 euros que pone fin a una histórica reivindicación de los vecinos de El Llano.