El consejo de administración de Lhicarsa ha aprobado hoy con el visto bueno del gobierno municipal un plan de inversiones valorado en 7,7 millones de euros que servirá para renovar la flota y la maquinaria los servicios de limpieza y recogida de basuras que supondrá adquisición de un centenar de vehículos, más de 1800 contenedores y 2.500 papeleras nuevas. La inversión está prevista en el contrato, y se amortizará en los próximos ocho años sin aumento de costes, según ha informado la alcaldesa Noelia Arroyo, que ha presidido la reunión.
Al consejo, que ha contado con la presencia de Jordi Payet, director general de FCC Servicios Ciudadanos, han asistido la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, y el teniente de alcalde, Manuel Padín.
La nueva maquinaria permitirá la renovación de una flota en la que las barredoras tienen una edad media de 15 años y los vehículos de transporte tienen una edad media cercana a los 20 años. El reemplazo se realiza sobre vehículos ya amortizados y siguiendo los datos de una auditoría externa que ha analizado el estado de la flota.
La inversión autorizada prevé también 190.000 € para informatizar el servicio y geolocalizar a los vehículos “para garantizar el seguimiento y control de los servicios por parte de la inspección municipal”, según ha resaltado la alcaldesa.
Entre las compras previstas hay 10 camiones recolectores, de los cuales 9 son de carga lateral operados solo por el conductor y podrán reemplazar a camiones de carga trasera que necesitan tres trabajadores. Esta sustitución permitirá liberar personal para servicios de limpieza. También se compran 10 máquinas barredoras para renovar elementos de una flota que cuenta con 15 unidades.
Todos los vehículos cumplirán con la nueva legislación en materia ambiental y una parte será de propulsión eléctrica, entre ellos 19 furgonetas para recogida de enseres y cartón en zonas urbanas y 30 bicicletas con carro portacubos para operarios de limpieza, que tienen la asistencia de un motor eléctrico.
Además está prevista la incorporación de 25 sopladores de mano eléctricas, más ecológicas y menos ruidosas, imprescindibles para poder completar la limpieza de las vías en las que hay vehículos estacionados.