La vocalía de familias del “Colectivo GALACTYCO” con la colaboración del Instituto de Educación Secundaria “Isaac Peral” y la Fundación Cepaim han presentado hoy, “Día de la INFANCIA”, la campaña “Desinféctate del odio” con la que se pretende fomentar el respeto y trabajar la diversidad entre la población joven.
Con un cartel, obra del cartagenero Javier Rodríguez, en el que, desde una botella de gel, cae líquido con los colores de la bandera de la diversidad y racial (arcoiris más negro y marrón) en dos manos dispuestas a “desinfectarse de odio”. Desde GALACTYCO han realizado un vídeo para animar a la población a que participe y suba sus videos a las redes sociales con el hashtag #desinfectatedelodio”.
Cristina Venegas, vocal de familias de GALACTYCO ha asegurado que la realización de esta campaña, enmarcada en el Día de la Infancia tiene como objetivo enviar un mensaje de esperanza a la población joven: “el respeto a la diferencia debe ser el pilar de nuestra convivencia”, matiza Venegas.
El acto de presentación ha tenido lugar en el IES Isaac Peral de Cartagena ante más de un centenar de alumnos.
Por parte del instituto, el encargado de dirigirse al alumnado ha sido su director, Antonio Jaranay, el cual ha destacado la importancia del Día de la Infancia, de sus derechos y la verificación de que aún, a día de hoy, hay países y culturas que se empeñan en no dar a éstos la libertad y felicidad que merecen, apoyándose para ello en unos versos de la poetisa universal de los niños, Gloria Fuertes.
Israel López de la Fundación CEPAIM ha centrado su intervención en la gestión de la diversidad, la construcción de la cohesión social y de la convivencia intercultural en el municipio de Cartagena.
En representación del Colectivo GALACTYCO, su vocal de comunicación, José María García, ha destacado la importancia de crear espacios seguros para nuestros menores y ha incidido en que es deber de la sociedad y de las instituciones, ampararlos y protegerlos. “Su única misión es la de ser felices”, ha concluido García.
También ha participado en el acto de presentación, Diego Gómez, el chico que sufrió hace unas semanas humillaciones en un local de Cartagena por besarse con su novio, y Hafidha Cherifi , como mujer, migrante y musulmana, también conoce la realidad de una sociedad que en ocasiones es hostil con las diferencias, con la diversidad. Actualmente, Hafidha es técnica de integración social en Fundación Cepaim, pues entiende que, frente a la hostilidad y a los discursos de odio, debemos luchar con más convivencia intercultural. Ambos han animado a los estudiantes a perseguir sus sueños y a mostrarse tal y como son, con respeto a la diferencia, sin importar la identidad, el origen, la raza, orientación sexual, etc.
El acto de presentación de la campaña, ha finalizado con la lectura, por parte del alumnado del Instituto Isaac Peral, de un manifiesto redactado por el activista por los Derechos Humanos, Mariano Beltrán.
Manifiesto Día Infancia
El odio no tiene cabida en democracia. Es un mal a extinguir. Todos debemos colaborar para tener sociedades más inclusivas, más diversas y más respetuosas con las diferencias, con los acentos, el color de la piel, la orientación, la expresión de género o la identidad sexual. Tenemos que construir un mundo mejor y más justo donde poder convivir en libertad. (1)
Cuando en un colegio o instituto se mira hacia otra parte cuando unos cuantos se burlan y humillan a otra persona que consideran diferente, nos convertimos en cómplices necesarios de esa agresión. La responsabilidad y el respeto no son conceptos con los que construir pomposos discursos, sino valores fundamentales que deben guiar nuestras actitudes y nuestras conductas. (2)
El sufrimiento, el dolor, la rabia que sufren millones de personas en el mundo por ser discriminados por su origen, orientación, identidad, raza o diversidad funcional, entre otras cuestiones, debe terminar. Ni podemos ni queremos asumir el odio y la violencia como un mal imposible de erradicar: (3)
llegará el día en el que los seres humanos podremos mirarnos a los ojos y reconocernos como iguales, pero hasta que ese día llegue debemos seguir trabajando sin descanso por conseguir nuestro objetivo; debemos denunciar cada agresión, cada humillación, cada burla como si nos fuera la vida en ello, porque en muchos casos es una triste realidad que la vida misma se va tras ellas. (4)
No vamos a estar ni un día más normalizando el dolor y el odio. Cuando se nos humilla por nuestra orientación sexual, identidad de género, país de origen, acento o color de piel, están cuestionando nuestro derecho a ser, a existir; nos están diciendo que no somos válidos tal y como somos. Y sin embargo, aquí estamos, válidos, libres y conscientes de nuestra libertad: el camino hacia la erradicación del odio es largo y difícil, pero lo conseguiremos porque contamos con miles de voces que se suman a las nuestras, porque contamos con millones de personas que entienden que la diversidad lejos de restar, multiplica y lejos de empobrecer, enriquece las sociedades. (5)
Por eso pedimos que no miréis hacia otra parte cuando nos humillan porque nos besamos en un bar, cuando nos agreden por nuestro color de piel, por tener pluma o por afirmar con orgullo que somos quienes decimos ser: no miréis hacia otra parte, por favor. Cada vez que lo hacéis pensando en que no es vuestra responsabilidad, que esa humillación no va con vosotros, nuestra herida se hace un poco más grande, nuestro dolor se incrementa. Miradnos a los ojos y reaccionad, gritad al mundo que no aceptáis el odio y que abrazáis la diversidad, la pluralidad y el respeto. (6)
Son tiempos difíciles para la diferencia y la diversidad. Por eso, es importante reaccionar y posicionarse del lado correcto de la historia. A la vida se viene a ser feliz o, por lo menos a intentarlo, por eso reivindicamos nuestro derecho a la felicidad, a sentirnos libres para ser y expresarlo aquí y ahora. Acompañadnos en el camino hacia esa libertad. (7)