"En definitiva, a los valores que dan verosimilitud a la libertad y a la democracia"
¿Por qué tanto miedo a la memoria? ¿Por qué ese temor tan grande a la verdad?
El acto vandálico llevado a cabo contra el monumento que en Cartagena erigió el Ayuntamiento en recuerdo a los cartageneros deportados a los campos de concentración nazis nos demuestra la forma tan profunda en que permanece arraigada en muchas mentes la ideología que fue condenada expresamente en el último pleno municipal del pasado mes de agosto.
Curiosamente, una semana después de aprobada la moción por la que este consistorio repudia las ideologías totalitarias, y al mismo tiempo que el gobierno central anuncia que llevará al Congreso la nueva Ley de Memoria Democrática, la cruz gamada aparece en una pintada contra los "judíos" y contra los "rojos".
El monumento en que aparece la lista de los republicanos cartageneros que padecieron prisión y muerte en los campos nazis por haber demostrado su valentía en la lucha en tierra europea contra ese régimen totalitario que estuvo a punto de apoderarse de los destinos del continente ha sido profanado alevosamente por quienes niegan la verdad, por quienes se oponen a la libertad, por aquellos que con su silencio cómplice los alientan y justifican, por quienes se alinean en las filas de la parte más retrógrada de nuestra sociedad y quisieran que ésta involucionara, que volviéramos a tiempos pasados, esos tiempos en que imperó la barbarie, la ley de la fuerza, el pie de los poderosos sobre el cuello de las personas sometidas, la eliminación de los débiles, la eliminación de las libertades, y con ello, la destrucción de la sociedad.
Por ello repudiamos y condenamos esta acción, porque nuestro papel como demócratas está en la defensa de la Democracia y la Libertad y la condena del totalitarismo.
Defendamos la Democracia.
Defendamos la Libertad.
Defendamos el Respeto y la Tolerancia.