Pero aquí en Cartagena nuestro Mercado de Abastos Santa Florentina se nos cae a pedazos y, el día menos pensado, tendremos que recordarlo en algún libro de historia local. Entonces leeremos que los cartageneros teníamos un mercado de abastos con antigüedad de construcción datada del año 1953 de alto valor arquitectónico y patrimonial, ubicado en el caso urbano cartagenero. Un mercado que, a pesar de las quejas y avisos de sus comerciantes, de vecinos y también visitantes, los políticos dejaron también morir.
Lo comerciantes del Mercado Santa Florentina necesitan que se reforme de forma integral el establecimiento para no quedarse sin actividad en sus puestos. Para ellos, es vital recuperar la clientela.
Para Ana Belén Nicolás, presidenta de Somos Cartagena, "El gobierno local no puede actuar con tanta lentitud. El Mercado Santa Florentina se nos cae a pedazos y son más de ochenta las familias que dependen de la actividad de sus puestos. Si ellos no venden, no tienen recursos para mantener a sus familias y se arriesgan a cerrar sus propios puestos de trabajo".
Durante este año 2019, los comerciantes han pasado por un momento muy difícil. el mercado de abastos ha mantenido cerrado casi el 40% del total de puestos que tiene de capacidad. Lo nunca visto. El estado de abandono se percibe antes de entrar, con fachadas y paredes en estado más que lamentables, y dentro es sobrecogedor la escasa actividad comercial, el olor a humedad o los desperfectos, y el sentir de marginalidad que tienen algunos comerciantes que desde hace años, se sienten abandonados por parte del Ayuntamiento.
"Resulta asombroso, como desde hace décadas, ningún político ha dedicado su tiempo en dar una solución real a los comerciantes del Mercado Santa Florentina", afirma Ana Belén Nicolás. "La tan necesaria reapertura del aparcamiento subterráneo, disponer de zona de descarga con tiempo limitado, garantizar la seguridad ante robos, garantizar la limpieza y mantenimiento de zonas comunes, canalizar el agua de las lluvias que provocan grandes goteras, mantener y conservar la fachada y el resto de establecimiento, acondicionar el aseo público y adaptarlo a personas con movilidad reducida, son algunas de las necesidades que tienen."
Para Nicolás, "Los puestos inactivos se deben adaptar a otras actividades comerciales y poner cerramiento a los puestos que se encuentren cerrados. Por otro lado, ¿cómo es posible que se permita el arrendamiento de puestos que están cerrados cuyo acondicionamiento permite perfectamente que estén operativos?"
También, el gobierno local prometió que otros puestos estarían operativos desde el pasado mes de junio y, sin embargo, no han sido entregados aún. Lamentable tanta dejadez.
Según Nicolás, "Así estamos por Cartagena, prometer, prometer y prometer hasta desaparecer. Llegan fechas de gran consumo en productos de alimentación y, desde Somos Cartagena, damos nuestro apoyo al comercio de proximidad y a los comerciantes de nuestra ciudad."