En el día de ayer, la asociación de vecinos de San Félix denunció el desplome de unos sesenta metros del muro perimetral que protege el Bien de Interés Cultural, Villa Calamari. Se trata de un nuevo episodio que muestra la evidente falta de interés de la administración regional en el patrimonio de Cartagena.
Tras conocerse esta información, el concejal de MC y responsable de Cultura, Ricardo Segado, ha señalado que "el plan de mantenimiento acordado entre la Dirección General de Bienes Culturales y la propietaria del BIC no solo demuestra ser insuficiente, sino que también resulta ser ineficaz y priva al monumento del cualquier valor por el que fue declarado BIC".
El edil cartagenerista ha puesto de manifiesto que "esta nueva mala noticia viene a evidenciar, por enésima vez, la incapacidad de la Dirección General de Bienes Culturales para conservar nuestro patrimonio histórico. La transmisión del valor de éste a nuestras generaciones futuras se pone en riesgo por la interpretación partidista de una ley que permitela expropiación, la ejecución subsidiaria de las obras de consolidación, la reposición de elementos expoliados e incluso la orden de restauración".
Segado ha lamentado que "perdemos historia, perdemos patrimonio, perdemos identidad… ¿hasta cuándo? Asimismo, ha añadido que "si algo resulta incuestionable es que sin la connivencia administrativa esta situación no sería una realidad."
Del mismo modo, Ricardo Segado ha mostrado su interés en conocer los planes "de la retornada Noelia Arroyo sobre Villa Calamari. Es conveniente señalar que hasta que fue cesada en sus funciones en la Consejería de Cultura facilitó que Villa Calamari continuara deteriorándose con una mezcla de desidia e incapacidad".
Por otra parte, cabe recordar que, en julio de 2017, la coordinadora de Patrimonio de MC, María Dolores Ruiz, denunció el expolio por acción y omisión de Villa Calamari y la Casa del Tío Lobo. Posteriormente, el Defensor del Pueblo, tras esta denuncia de Ruiz, impulsó ante el Ministerio de Cultura el inicio del procedimiento de protección del patrimonio histórico por el expolio de Villa Calamari y la Casa del Tío Lobo.