Una de las investigadoras más influyentes del ámbito europeo en ecofeminismo,Yayo Herrero, estará este miércoles 6 de marzo en las V Jornadas de Educación para el siglo XXI, que están promovidas por la Asociación de Profesores Pensionistas y Jubilados del STERM. El acto será a las 19:00 horas en el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agrónoma (ETSIA). Estará presentada por Cayetano Gutiérrez, Catedrático de Física y Química y divulgador científico. La entrada es libre hasta completar aforo.
Yayo Herrero ofrecerá la charla-coloquio 'El planeta no es vuestro. Nuestros cuerpos tampoco', en la que analizará el transcurso de la vida humana encarnada en cuerpos vulnerables que hay que cuidar durante toda su existencia, pero sobre todo en algunos momentos de especial fragilidad: crianza, vejez, enfermedad… Nadie puede vivir sin ser cuidado, y nadie debería vivir sin cuidar. Quienes mayoritariamente han cuidado y cuidan de los cuerpos vulnerables son mujeres. Esto no es porque estemos mejor dotadas genéticamente para hacerlo. Esto se debe a que vivimos en sociedades patriarcales que asignan el rol del cuidado a las mujeres, y socializan a los hombres para que mayoritariamente se desrresponsabilicen del cuidado, incluso del suyo propio.
SOBRE YAYO HERRERO
Yayo Herrero es antropóloga, educadora social e ingeniera técnica, profesora y activista ecofeminista. Ha sido coordinadora estatal de Ecologistas en Acción y ha participado en numerosas iniciativas sociales sobre promoción de los Derechos Humanos y ecología social. Desde enero de 2012 hasta agosto de 2018 ha sido directora general de la Fundación FUHEM. Actualmente es profesora de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Es una de las investigadoras más influyentes en el ámbito ecofeminista y ecosocialista a nivel europeo. A través de sus múltiples ensayos y su práctica ecofeminsta, Herrero denuncia las contradicciones del actual modelo de desarrollo capitalista. Un modelo insostenible, cimentado en un crecimiento económico continuo que ignora los límites biofísicos del planeta y sus habitantes, e invisibiliza todos aquellos trabajos de cuidados y reproducción social imprescindibles para el sustento de la vida. Trabajos que en las sociedades patriarcales recaen mayoritariamente en las mujeres y se mantienen ocultos dentro del ámbito doméstico, quedando así excluidos de reconocimiento y remuneración salarial.