La clave de este proyecto está en el cambio de actitudes de los compañeros, los "by-standers"(los alumnos que no son ni víctimas ni bullies) que apoyan a la víctima, en lugar de fomentar el acoso
Uno de cada diez niños asegura que ha sufrido acoso escolar, según los informes de diversas ONG. Para evitarlo y erradicar este tipo de conductas, el Colegio Miralmonte ha incluido de forma pionera en la Región el programa anti acoso escolar Kiva, un proyecto finlandés que previene las situaciones de bullying a los alumnos.
"La eficacia de Kiva, que se ha extendido hasta llegar al 90 por ciento de los colegios de Finlandia y exportado a un gran número de países de todo el mundo, radica en su efectividad, y en que aborda el problema desde la prevención, la intervención y la monitorización", señala el director del Colegio Miralmonte, Juan Carlos López.
La clave de este proyecto está en el cambio de actitudes de los compañeros, los "by-standers"(los alumnos que no son ni víctimas ni bullies) que apoyan a la víctima, en lugar de fomentar el acoso.
"La cuestión radica en dejar al acosador sólo en sus comportamientos inadecuados, que no vean que nadie les sigue, les aplaude o les ríe su comportamiento. Que no se conviertan en líderes los alumnos que acosan, a los que todos quieren parecerse y de que todos quieren ser amigos. De esta manera no se refuerzan los comportamientos inadecuados, tendiendo a atenuarse y extinguirse", asegura Juan Carlos López
Una de las diferencias de Kiva con otros proyectos es que se han evaluado sus resultados de forma científica, como lo avalan revistas científicas de la talla de Child Development. "Teníamos algunas dudas de que un programa desarrollado en una sociedad muy distinta a la nuestra, como es la finlandesa, pudiera funcionar con la idiosincrasia de un pueblo latino, temperamental y muy expresivo como el nuestro; pero viendo que se había aplicado con éxito en países más similares a nosotros como Italia o México, podía dar resultado con nosotros", ha concluido Juan Carlos López.
El colegio lo ha implantado en tres fases. La primera, es la de prevención, donde se conciencia a los alumnos y padres de qué es el acoso y sus consecuencias. En la segunda, los profesores intervienen mediante entrevistas, sesiones de intervención en grupo con los alumnos y otras herramientas, entre las que se incluyen incluso un videojuego. Y, la tercera, con el seguimiento de la situación en el centro y los cambios que se producen.
De esta forma, el Colegio Miralmonte, ubicado en Santa Ana (Cartagena) continúa incorporando metodologías de enseñanza con los últimos avances educativos, como son el método Singapur, a través del cual los niños orientan su aprendizaje de matemáticas y resolución de problemas al razonamiento y la lógica, o el método Kids&Us, que utiliza una metodología de aprendizaje del inglés basada en el proceso natural de adquisición de la lengua materna.