El alcalde de Cartagena, José López, ha asistido este jueves, 18 de mayo, a la presentación de la bandera de las milicias urbanas de Carlos III, datada del siglo XVIII, en un acto en el que ha estado acompañado por el concejal de Hacienda e Interior, Francisco Aznar, y la restauradora Pilar Vallalta. Esta pieza histórica tendrá un lugar destacado en la exposición del Archivo Municipal en la Noche de los Museos, que se celebra este sábado, 20 de mayo.
También han asistido el concejal del Área de Cultura y Patrimonio, Ricardo Segado; la coordinadora municipal de Patrimonio Histórico y Arqueológico, María del Carmen Berrocal, y el técnico del Archivo Municipal, Luis Miguel Pérez Adán.
José López ha mostrado su orgullo ante “el magnífico trabajo que han hecho desde el Archivo Municipal” y ha recordado que esta presentación “viene a completar el Año de la Ilustración”. Por su parte, Aznar ha recordado que esta bandera estuvo expuesta durante años en el Salón de Plenos del Palacio Consistorial pero que, ante los trabajos de restauración del edificio, se llevó al Archivo Municipal junto a otra bandera que será restaurada a lo largo de este año.
Esta bandera fue estandarte de la Milicia Urbana de la ciudad, e incluye el escudo de Carlos III. El Batallón de Milicia Urbana de Cartagena estuvo compuesto por nueve compañías de 300 plazas. Estas milicias se componían de voluntarios y, en su defecto, por sorteo entre los vecinos aptos por su edad y condición, que eran reclutados regularmente y prestaban un servicio no permanente.
Asimismo, la restauradora ha apuntado que la bandera presentada este jueves sustentaba otra más antigua “que posiblemente era un icono o un símbolo tan importante que, para preservarla, tuvieron que coser todos los trozos de la antigua sobre ella”. Por ello, al verla por primera vez, el equipo de restauradores municipales pensaron que se trataba de bordados de la decoración pero, al analizar la bandera a fondo en el taller, “nos dimos cuenta de que eran hilos en rojo y en amarillo que sujetaban los trozos de una bandera más antigua”.
El proceso de restauración ha durado casi un año, desde que el Pleno diera el visto bueno al inicio de este proceso. Para ello, en primer lugar, ha explicado la restauradora, hubo que “desmontar” la bandera, con un trabajo de documentación de todos los fragmentos de la anterior bandera. Se procedió a una limpieza, primero física y después química, de la tela.
Tras la limpieza, comenzó el proceso de secado controlado en frío, que permitió, al nutrir las fibras, recuperar la forma rectangular de la bandera, que al recuperarla había adoptado una forma romboidal. Después, el equipo de restauradores pasó al proceso de consolidación de la tela, ya que tenía una serie de fracturas y desgarros en la parte superior derecha. Se ha usado para ello un tafetán del mismo color rojo, que sirve de base y, con un hilo de seda, se han cosido las roturas.
Finalmente, para su presentación, se ha sujetado en un soporte rígido y liviano. Además, la restauradora ha mostrado al público asistente tres corbatines amarillos que pertenecían a la bandera antigua, que están en estos momentos en proceso de consolidación.