La estudiante de la Escuela de Agrónomos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Ana López Teruel ha hallado durante su Trabajo Fin de Grado insuficiencia de material de amortiguación en los parques cartageneros de El Molinete, San Ginés de la Jara y Capitanes Ripoll. “El material de amortiguación de impactos utilizado es arena y gravilla que ha perdido espesor, no ajustándose a la normativa. Sería necesaria la reposición de estos materiales”, detalla la alumna.
La investigación de la alumna, becaria de la Cátedra de Infraestructuras Municipales del Ayuntamiento de Cartagena y la UPCT, ha analizado las condiciones y calidades mínimas de seguridad que deben cumplir los parques según las normativas europeas con el objetivo de servir de base a una futura ordenanza municipal.
“Estos planteamientos urbanísticos deben facilitar el desarrollo de actividades lúdicas y físicas que potencien la sociabilidad, el aprendizaje y la diversión, al tiempo que deben evitar los riesgos que puedan perjudicar la salud y la integridad física”, señala la profesora Encarna Conesa, directora del trabajo y de la línea de infraestructuras verdes de la Cátedra.
“Estudiamos cuatro parques de la ciudad y observamos que los construidos con posterioridad a 2010 sí cumplen con los requisitos de la normativa europea, pero habría que revisar el estado y adaptación a las exigencias comunitarias de los más antiguos”, señala la estudiante recién graduada, natural de Hellín (Albacete).
De entre los parques estudiados, el cercano a la calle Capitanes Ripoll, instalado en 2003, es el que presenta mayores deficiencias. “Los toboganes de este parque no presentan barra superior para impedir que los niños se lancen de pie. Además, las superficies de amortiguación son insuficientes y se encuentran en muy mal estado y no cubren suficiente espacio para amortiguar posibles impactos en caso de caída desde un equipamiento de juego”, especifica la joven alumna.
Por contra, el estudio valora positivamente ”el mantenimiento y cuidado de los cuatro parques evaluados”, resaltando que “el mobiliario urbano y la vegetación de la zona permanecen en óptimas condiciones”.