Comienza el Cartagena Jazz Festival el jueves 3 de noviembre con la cantante norteamericana Lizz Wright sobre el escenario del Auditorio El Batel. Viene la cantante de Georgia a presentar su último disco Dreamer and surronder, considerado por la crítica como uno de los mejores discos de jazz cantado de las últimas décadas. El festival de Cartagena además contará esta semana de su inauguración con Lambchop que actúa el mismo día que lanza al mercado su disco FLOTUS, viernes 4, y en un programa doble los vanguardistas Rodrigo Amarante y Asaf Avidan.

Lizz Wright (Georgia, Estados Unidos, 1980) es hoy una de las voces más luminosas del jazz contemporáneo. Sorprendió al público de Chicago, en uno de los tantos festivales conmemorativos a Billie Holiday, cuando era una adolescente. Como hija de un predicador, su primera escuela musical fue la iglesia de su padre. Años después, la fichaba el mítico selle Verve. La vocalista sorprendió con su participación en el disco de 2002 del pianista Joe Sample, y un año después publicaba Salt, su primer trabajo con el que llegó al número dos de las listas de éxitos de jazz. Su profunda voz y un enfoque moderno del jazz, la convirtieron en poco tiempo en toda una referencia. Dos años después de su debut alcanzaba ya lo más alto de las listas con su segundo álbum Dreaming wide awake. Desde entonces ha ido ganando adeptos con sus discos a cual mejor. Entre ellos se encuentran Barack Obama, que este verano incluía uno de los temas del disco que viene a presentar a Cartagena Dreamer and surronder en la lista de reproducción que hizo en Spotify este verano, y que ha sido todo un éxito de reproducciones. O Prince, amigo personal de Lizz Wright. La recreación de las últimas horas del genial artista señalan que una de sus últimas apariciones fue en el club de jazz Dakota, en Minneapolis, donde actuaba la cantante. Viene de nuevo a Cartagena, con su quinto trabajo, producido por el omnipresente Larry Klein (Joni Mitchell, Madeleine Peyroux, Melody Gardot, Tracy Chapman…)

Un día después, viernes 4 de noviembre, y en el Nuevo Teatro Circo será el turno de Lambchop. Cercanos al country alternativo pero con suficiente personalidad para crear una marca determinada, Lambchop ha mutado siempre alrededor de su compositor principal Kurt Wagner, la cabeza pensante de la banda siempre con su gorra puesta, yendo hacia terrenos más soul o post-rock con el paso de los años, pero manteniendo siempre ese pulso dramático tan característico del grupo de Nashville. En activo desde los primeros años 90, han cumplido más de 25 años sobre el escenario. En directo son deliciosos. Son sin duda, unos clásicos contemporáneos. Viene la banda norteamericana a presentar For Love Often Turns Us Still o lo que es lo mismo FLOTUS, disco que nace con el fin de rendir homenaje a la música de artistas recientes como Kendrick Lamar, Kanye West, o Frank Ocean.

El teatro cartagenero acoge un día después a los vanguardistas Rodirgo Amarante y Asaf Avidan. Rodrigo Amarante encarna por sí mismo la vanguardia de Brasil. Es carioca, compañero de correrías de Devendra Banhart, colaborador de Marisa Monte y Natalia Lafourcade, integrante junto a Fabrizio Moretti, batería de The Strokes, del dúo Little Joy, y ha formado parte junto a Moreno Veloso de proyectos tan originales como la Orquesta Imperial, radiografía perfecta del sonido contemporáneo de la música brasileña. Amarante lleva desde finales de los noventa buscando nuevos caminos por los que conducir la tradición y enriqueciendo la música popular brasileña con inyecciones de pop y rock. Ha cultivado rock mestizo y folk soleado y ha profundizado en la cara menos transitada del tropicalismo con su disco Cavalo. En octubre de 2013, la revista Rolling Stone lo nombraba entre los cien músicos más importantes en la historia de la música brasileña. Niño mimado de la crítica especializada muchos vieron en su bucolismo y la saudade de sus canciones al heredero espiritual del Caetano exiliado en Londres. Amarante suena indie y melancólico; compone en portugués, inglés y francés; y parece un monje de la canción apelando al vacío poético de la música. Acaba de ser nominado en los premios Emmy 2016 en la categoría de Mejor canción original de serie gracias a Tuyo, sintonía de la serie Narcos. Viene a Cartagena acompañado de su guitarra. Tras Amarante será el turno de Asaf Avidan.

Avidan cogió la guitarra a los 26 años para desahogar las penas. Acababa de romper una larga relación, que lo dejaba herido. Consiguió salir de la tristeza creando las canciones que recogió en el disco "Now That You're Leaving", publicado de manera independiente en algunas tiendas de su Jerusalén natal. El trabajo fue acogido con interés y empezó a realizar giras por Israel. Acompañaban a su penetrante voz letras profundas y los sonidos de una guitarra y una armónica. Su popularidad creció, sacó disco nuevo y formó el grupo The Mojos. Así nació Asaf Avidan and the Mojos. Grabaron tres álbumes y juntos giraron por toda Europa, pero Avidan necesitaba realizarse por sí mismo, e inició su propio camino. En esa misma época, un fan hizo un mix amateur de una antigua canción suya que no contó con los favores del artista, pero que llegó a ser un éxito internacional, llegando al puesto número uno en catorce países. La respuesta de Avidan a esa popularidad internacional, fue otro disco intimista, realizado de nuevo con el corazón roto. Una combinación de jazz, cabaret, blues, pop con una mirada fatalista sobre el amor. El prodigioso músico israelí que, tal como se escribía en The New York Times, "compone como Leonard Cohen, canta como Robert Plant y tiene el carisma de los artistas de cabaret más grandes". Con un registro vocal andrógino tan evocador de Jeff Buckley como de Nina Simone, Avidan viene por vez primera al Cartagena Jazz Festival.

El festival de Cartagena que se celebra hasta el 23 de noviembre tiene en su programación además a Music Maker Foundation Revue, al contrabajista Avishai Cohen, Jacky Terrason junto a Cecile Mclorin Salvant, Gregory Porter, Christian Scott Atuende Adjuah y Madeleine Peyroux. Además de contar con ciclos de grupos para la calle y las salas de la ciudad portuaria.