Apenas quedan dos meses para que Arturo Rodríguez entregue definitivamente su proyecto Fin de Grado, pero su idea de construir una electrolinera en el parking del campus Muralla del Mar en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ya va muy avanzada. Para este proyecto, que califica de “apasionante”, cuenta con la ayuda del profesor del departamento de Ingeniería Eléctrica, Juan Martínez Tudela, que fue precisamente quien le animó a estudiar la viabilidad de construir una estación de servicio para coches eléctricos en la propia universidad.
Ambos dejan claro que este proyecto “no va a llevarse a cabo”, pero que se ha tomado como referencia un espacio físico de la universidad “porque siempre animo a mis alumnos a presentar proyectos que tengan una base real y que traten de solucionar un problema existente”, apunta Martínez Tudela. “Esto me anima más en la investigación”, recalca el alumno.
La electrolinera que plantea Rodríguez ocuparía unos 200 metros cuadrados del aparcamiento del Campus Muralla del Mar, junto a la antigua plaza de Toros, y contaría con diez plazas de aparcamiento para que los vehículos eléctricos pudieran recargar sus baterías. De esas plazas, cinco se contemplan para coches, 3, para motos y 2 para bicicletas.
Además, según el alumno, la electrolinera estaría dotada con puntos de carga a distinta velocidad. “En función de la potencia de la toma, el vehículo podría cargarse en una hora o, por ejemplo en unos 15 o 30 minutos”, explica.
Según Rodríguez, los coches eléctricos “suelen llegar con un 40% de carga a recargar la batería, es lo más recomendable. Si con esa carga, el punto en el que se enchufan es de unos 16 amperios, podría tardar unas 4 o 5 horas en cargarse por completo. Por eso es importante tener puntos de varias velocidades para que el usuario no tenga que esperar tanto si tiene prisa”.
La razón de ser de este proyecto, cuenta Rodríguez, es también el promover una forma de transporte sostenible. Recuerda que el consumo masivo del petróleo conduce al agotamiento de las reservas conocidas y por tanto a su encarecimiento, lo que afecta negativamente a las economías de los países que para su desarrollo y movilidad muestran una gran dependencia de este producto energético, por lo es necesario buscar otras fuentes alternativas de energía, más baratas, más limpias y sobretodo autóctonas, con el fin de disminuir la dependencia exterior, reducir los costes de producción y mejorar la movilidad disminuyendo la contaminación.
Una de estas fuentes de energía renovable es la solar fotovoltaica, que es la que se emplea en los vehículos eléctricos, aunque su inconveniente es la falta de autonomía en los trayectos de largo recorrido. “Recuerdo que se hizo una prueba con un coche que trajeron de Estados Unidos y se hizo un viaje de Madrid a Santander, que distan a unos 400 o 500 kilómetros y el coche funcionó durante todo el trayecto. Es una demostración de lo que se puede hacer y de lo mucho que podrían avanzar estos vehículos”, asegura.
Aunque aún no ha dotado económicamente el proyecto, calcula que costaría unos 120.000 euros en total. Para ello se han basado en la estimación de costes de la electrolinera de Alcalá de Henares, que tiene una potencia instalada de aproximadamente 20 kW y que ha tenido un coste de unos 20.000€ por lo tanto saldría a 1.000€ kW de potencia instalada. “En nuestro proyecto la potencia instalada es de unos 120kW por lo que se podría estimar a groso modo un coste de 120.000€ si usamos los mismos criterios de costes que la instalación de Alcalá de Henares”, han apuntado.
Además, advierte que instalaciones como esta supondrían un “importante beneficio” para la Región porque estimularía la compra de vehículos eléctricos, señala que en este ámbito “hay bastante desconocimiento, ya que a la larga la rentabilidad de estos coches es mayor que la de los convencionales”.