Los niveles registrados de polen en Cartagena se han duplicado en lo que va de año. Según los últimos datos que poseen en el departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), el grupo de Investigación Aerobiología y Toxicología Ambiental, responsable de la Red Aerobiológica de la Región de Murcia (REAREMUR), de enero a principio de junio de 2014 se registraron en la ciudad portuaria 6.274 granos de polen por metro cúbico de aire, mientras que en ese mismo periodo del año, en 2015, las cifras han sido de 11.159 granos por metro cúbico de aire.
La catedrática y profesora del área de Tecnologías del Medio Ambiente de la UPCT, Stella Moreno, ha advertido que “son datos preliminares que están sin validar, pero con las cifras delante, sí que se puede decir que ha aumentado el nivel de polen, aunque tendremos que esperar a final de año para ver el cómputo total”.
Los mayores índices de polen en Cartagena corresponden a ciprés, cenizos y almarjos, olivo, Parietaria, Quercus, plátano de sombra, pino, gramíneas y artemisa.
La Red Aerobiológica de la Región de Murcia comenzó a funcionar en el año 2009. En ella participa el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Región de Murcia, que es el que financia el envío de los cabezales con las muestras al laboratorio y los servicios de alergia de los hospitales Reina Sofía, en Murcia, y Rafael Méndez, en Lorca, que se ocupan de recoger las muestras. Además la Fundación para la Formación e Investigación Sanitarias de la Región de Murcia (FFIS) financia el contrato de la Técnico en Sanidad Ambiental, Paula García.
Belén Elvira, otra investigadora del equipo, Contratada Doctor de la UPCT, explica que las condiciones climáticas influyen en los niveles de polen que se detectan. “Influyen principalmente las lluvias. Cuanto más llueva, más posibilidades habrá de que haya más polen en el ambiente, aunque el efecto directo es el lavado con una disminución en los recuentos”. No obstante, ha recalcado que de las tres ciudades de la Región en las que se llevan a cabo las mediciones, Cartagena, Murcia y Lorca, la primera de ellas “siempre ha sido en la que hemos registrado los niveles más bajos de granos de polen en suspensión”.
Según los investigadores, en Cartagena generalmente se detecta menos polen en el ambiente debido a la cercanía del mar. “La humedad relativa es mayor y los niveles de polen son menores, por eso los alérgicos de interior mejoran en la playa”. Por otro lado, “existe una predisposición genética a desarrollar alergias y uno se hace alérgico a lo que hay y a los niveles que hay en donde él se desenvuelve”, asegura la catedrática.
Los investigadores destacan lo importante que es para la Salud Pública conocer los niveles polínicos en los diferentes territorios, pues se dan diferencias que pueden explicar algunas de las sintomatologías, así en Cartagena se puede señalar el importante pico de los cenizos y almarjos (Chenopodiaceae) al final del verano principio del otoño, en Lorca es muy importante en el invierno la floración tardía de Artemisia, tipo polínico muy alergénico, y en Murcia es muy significativo el pico otoñal de Casuarina.