El equipo de Gobierno municipal del PP oculta a los ciudadanos una deuda municipal de 8,1 millones de euros que habría que sumar a los algo más de 150 millones que reconoce dicho equipo de Gobierno. Una deuda que corresponden a los pagos que hay que afrontar, a razón de 1.060.000 euros anuales, hasta el año 2021 para pagar los créditos pendientes para finalizar de costear los trabajos realizados hasta el momento -hay que recordar que está inconcluso- en el Teatro Romano.
Ganar Cartagena, la coalición que integran Izquierda Unida-Verdes y Socialistas por Cartagena, se pregunta cuántas más de estas deudas ocultadas, o intentadas ocultar, se encontrará el Gobierno que llegue al Ayuntamiento el próximo mes de mayo, cuando se eche al PP de las instituciones. Desde la coalición no se cuestiona el buen resultado de los trabajos realizados en el Teatro Romano, pero si su forma de financiación, con intereses bancarios que suponen más del 10% de lo invertido.
En ese sentido, según los datos de los convenios realizados entre Ayuntamiento, Comunidad Autónoma y CajaMurcia, los gastos de puesta en valor -excluida la adquisición del suelo, derribo de inmuebles y primeras actuaciones arqueológicas- del monumento han sido de 57,7 millones de euros, dato que tampoco se había dado a los ciudadanos, y de ellos 6,8 han sido de intereses.
La coalición -uno de cuyos integrantes, Izquierda Unida-Verdes, llevará el lunes al pleno una moción sobre este tema- no comparte que una infraestructura cultural como ésta necesite 15 años para amortizarlo con los costes financieros que ello conlleva al hacerse a través de créditos bancarios. Al tratarse de una actuación que en toda su dimensión cubrió casi una década, podía y debería haber contado con la financiación presupuestaria no sujeta a endeudamiento. Otras infraestructuras de importancia se han realizado sin recurrir al endeudamiento, al menos que se sepa porque los cajones del Ayuntamiento pueden deparar grandes sorpresas. Con este modo de pago, serían corporaciones futuras las que tengan que hacer frente al pago de lo que Barreiro se arroga como un mérito exclusivamente suyo.